La huelga de hambre responde a una iniciativa de Marwan Barghouti, uno de los prisioneros palestinos más célebres, que está afiliado a Fatah, y se produce después de que hayan fracasado los contactos entre representantes de los prisioneros y representantes de Israel.
Hace 15 días los prisioneros redactaron un documento en el que entre otras cosas piden el fin de medidas como el aislamiento de los prisioneros y las detenciones sin juicio.
También exigen poder disponer de un teléfono de pago en cada sección de las prisiones y que sus familias obtengan más permisos para visitarlos.
El Servicio de Prisiones de Israel recordó en un comunicado que rechazar la comida constituye una falta grave que está sujeta a sanciones y que el servicio no está autorizado a negociar con los prisioneros para acabar con la huelga.
La huelga es abierta, de manera que está previsto que continúe en los próximos días, y tiene lugar en todas las prisiones de Israel donde hay palestinos detenidos.