Según apunta el autor del artículo, hasta ahora no hay prueba de que el ataque químico contra el pueblo de Jan Sheijun fuese llevado a cabo por los militares sirios. Washington usó el pretexto de la supuesta responsabilidad de las tropas de Asad en este ataque para bombardear la base siria de Shairat.
El columnista indica que ahora una comisión especial de Naciones Unidas se encargará de la investigación de los recientes acontecimientos. De momento, cualquier acusación se basa solo en suposiciones, mientras que el ataque de EEUU debe ser considerado una violación del derecho internacional, escribe.
Según el autor, Trump no tuvo una estrategia especial: 70 días después del inicio de su presidencia no ha tenido mucho éxito en la política interna por lo que su índice de aprobación se desplomó.
Así se puede explicar por qué en estas condiciones el mandatario norteamericano decidió tomar acción en la escena internacional, agrega.
Trump envió una señal a Rusia, China y Corea del Norte de que lo peor está por venir si no hacen concesiones, dice la publicación de Die Zeit.
A juicio de Sommer, China por su parte no presionará demasiado sobre el líder norcoreano Kim Jong-un. El propio dirigente de Corea del Norte no renunciará a sus armas nucleares ya que entiende que la guerra en Siria no habría comenzado si Asad hubiera contado con ellas.