Subrayó, además, que el bombardeo había inutilizado los almacenes de combustible y municiones, así como había destrozado las instalaciones de defensa antiaérea.
Mattis advirtió que sería un paso imprudente si el presidente sirio Bashar Asad decide utilizar nuevamente armas químicas.
Asimismo, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, declaró que EEUU contempla la posibilidad de volver a atacar a Siria en caso de que se produzcan otros ataques vinculados con el uso de armas de destrucción masiva.
No obstante, estas no fueron los únicos daños materiales con las que se saldó el ataque de EEUU contra Shairat. De acuerdo con el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, Siria perdió seis cazas MiG-23.
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El 7 de abril, Donald Trump ordenó bombardear con misiles de crucero la base aérea siria de Shairat. El Gobierno estadounidense justificó esta decisión al considerar que el 4 de abril, precisamente desde esta base, las fuerzas gubernamentales sirias realizaron un supuesto ataque químico contra la ciudad de Jan Sheijun.