"De momento no existe una opción prioritaria de cambio del régimen sirio, a diferencia de antes", dijo.
El vocero afirmó que el Gobierno del presidente Bashar Asad es una "realidad" y que ahora le compete al pueblo sirio decidir sobre los cambios en el país.
"Sería estúpido no reconocer la realidad política en Siria", indicó Spicer y aseguró que EEUU buscará "una manera de animar al pueblo sirio a encontrar un camino distinto".
Esta posición de la Administración de Donald Trump sobre Asad marca un viraje en la política estadounidense hacia Siria, pues su antecesor, Barack Obama, exigía la dimisión del presidente sirio como una condición indispensable para la solución a la crisis.
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