Según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, las instalaciones de las zonas petrolíferas controladas anteriormente por una guardia especial subordinada a Trípoli pasaron en septiembre de 2016 bajo control del Ejército Nacional Libio, que más tarde las cedió a la Corporación Petrolera Nacional.
Al señalar que debido al caos político reinante en Libia es difícil determinar qué fuerzas internas o probablemente exteriores están tras eso ni qué fines persiguen, Zajárova constató que "es obvio que tales sucesos no tribuyen a estabilizar la situación en el país que está sufriendo la más grave crisis en su historia".
Desde finales de marzo de 2016 en Libia funciona un Gobierno de Unidad Nacional, encabezado por Fayez al Sarraj, que busca acabar con la dualidad de poderes y superar la profunda crisis, que estalló en 2011, año en que fue derrocado y asesinado Muamar Gadafi, líder nacional durante varias décadas.
Este Gabinete con sede en Trípoli no ha sido reconocido hasta la fecha por la Cámara de Representantes (Parlamento) en Tobruk que cuenta con el apoyo del Ejército Nacional, liderado por el general Jalifa Haftar.