El militar fue condenado por "homicidio involuntario" por la muerte del joven palestino Abdelfatá al Sharif, el 24 de marzo de 2016.
Sharif había apuñalado a un compañero de Azaria y lo había herido levemente.
Otros compañeros le dispararon varios tiros y lo hirieron de manera que prácticamente no se movía y parecida en estado grave.
Unos diez minutos después, Azaria apuntó contra la cabeza del chico, disparó y lo mató.
El momento quedó grabado en el vídeo de un activista, que se hizo viral en las redes sociales y provocó decenas de denuncias de ONG locales, internacionales y condenas.
Sin embargo, él alego que mató a Sharif en legítima defensa porque temía que atacara de nuevo con un cuchillo —el que había usado estaba a varios metros de él y no podía moverse para cogerlo- o que llevara un cinturón de explosivos.
El Tribunal Militar de Jaffa rechazó estos argumentos y señaló que se los había inventado a posteriori.
Sus primeras explicaciones sobre el motivo para matar a Sharif fueron que lo había hecho "por venganza".
Algunos de sus oficiales y su propio compañero heridos en el ataque, el soldado T. M., testificaron que Azaria había afirmado que había que matar a Sharif por haber apuñalado a un soldado.
Varios políticos de la derecha israelí pidieron que se perdone a Azaria.
"La seguridad israelí solicita que lo perdonen, a Elor lo mandaron a proteger a israelíes en el momento más alto de la ola de ataques terroristas palestinos, no puede ir a la cárcel o pagaremos el precio", afirmó el ministro de Educación israelí, Naftali Bennett, líder del partido ultraderechista La Casa Judía.
"Hoy es un día triste y difícil", señaló la ministra de Cultura, Miri Regev, del Likud, partido líder de la derecha, encabezado por el primer ministro Benjamín Netanyahu.
El director general de Adalah-Centro para los Derechos de la Minoría Árabe en Israel, Hasan Jabarin, declaró que el caso de Azaria "es excepcional por lo que respecta a su imputación, ya que Israel generalmente no procesa a sus soldados, ni siquiera cuando las pruebas indican muy claramente que existe un delito penal".
"No obstante, también es excepcional por su sentencia mínima, que refleja la amplia impunidad de que disfruta el personal de seguridad israelí acusado —e incluso imputado por un tribunal— por crímenes contra palestinos", recalcó Jabarin.
El director de Adalah añadió: "La sentencia leve de Azaria a 18 meses es una expresión de indiferencia por el valor de las vidas palestinas y no sirve como disuasión".