El experto militar, Koray Gurbuz, comenta a Sputnik las posibles razones detrás del viaje de Pompeo.
La visita del jefe de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana puede implicar el deseo de Washington de hacer un 'trato' con Ankara, o sea extraditar al opositor teólogo Fetulá Gulen a cambio de un permiso turco a las tropas kurdas para participar en la liberación de las ciudades sirias de Raqa y Al Bab.
Sin embargo, en cuanto a dicha propuesta el especialista opinó que Ankara de ningún modo debe "tragársela".
"Estados Unidos considera a Turquía como un país con una posición geopolítica muy importante. Por un lado no quiere perderlo y por otro lado quiere usar sus recursos y su posición. EEUU siempre formó sus relaciones con Turquía basándose en sus propios intereses", dijo.
Prosiguió que la visita del jefe de la inteligencia norteamericana inevitablemente incluirá discusiones acerca de los problemas de la cooperación con el Partido de la Unión Democrática de los kurdos sirios y el problema de "la organización FETO", o 'la organización terrorista de Gulen', un supuesto grupo que, según la postura oficial de Ankara, está detrás de la intentona de golpe de Estado en Turquía en verano del año pasado.
De acuerdo con la postura de la parte norteamericana, Washington lucha contra Daesh —autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países— y por eso colabora con los grupos militares kurdos en Siria, explicó.
"Sin embargo, no se puede olvidar que Daesh fue creado por los mismos estadounidenses. ¿Para qué lo crearon? Para establecer un pretexto legítimo para injerir y hasta invadir los territorios de estados soberanos con fines de remodelar Oriente Medio y crear nuevas fronteras políticas en la región", puntualizó.
Según asevera Gurbuz, es un hecho bien conocido que "Turquía lucha rigurosamente contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) —un grupo de kurdos turcos— y el Partido de la Unión Democrática —kurdos sirios—", y considera que el último es la sucursal siria del primero, precisó.
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Por otra parte se informa que en el marco de una conversación telefónica, los presidentes de dos países acordaron actuar juntos contra Daesh en las ciudades de Al Bab y Raqa.
"No obstante, es obvio que los norteamericanos no enviarán sus tropas a Siria para participar en este tipo de operaciones. Van a usar las fuerzas de los que los apoyan en esta región", relató.
El experto enfatizó que las unidades de autodefensa kurdas son de los candidatos principales a hacer este trabajo.
En este caso, manifestó, Turquía se enfrentará a un dilema ya que las considera terroristas. Esto complicará tanto la política interior como exterior del país otomano, concluyó.
Gurbuz opina que Turquía rechazará las propuestas norteamericanas acerca de la participación kurda en las operaciones para liberar Al Bab y Raqa, así como se abstendrá de cualquier lucha conjunta con Washington en Siria.
En cambio, prosigue, Ankara tiene que llevar a cabo sus misiones "en coordinación con las fuerzas leales al presidente sirio Bashar Asad y con el apoyo de Rusia para evitar caer en la trampa estadounidense".
