Las sustancias halladas incluyen azufre, cloro y otros agentes químicos que los terroristas utilizaban para fabricar explosivos.
En particular, los expertos del Ministerio ruso tras examinar nueve muestras confirmaron el uso de cloro y fósforo blanco por los radicales en el sudoeste de Alepo.
A finales de noviembre el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad una resolución que extiende por un año el mandato de la misión conjunta de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) encargada de investigar el uso de armas químicas en Siria.
Siria vive desde 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra (actualmente, Fatah al Sham), ambas proscritas en Rusia y otros países.
La guerra en Siria ha provocado entre 300.000 y 400.000 muertos, según altos cargos de la ONU.