"El ataque fue dirigido contra objetivos de la organización terrorista (PKK) en la región de Zap al norte de Irak, y acabó con 29 terroristas, entre ellos cuatro jefes", señala la nota.
Desde la reanudación del conflicto armado entre Ankara y el PKK en julio de 2015, más de 800 militares y policías turcos murieron en ataques de los rebeldes kurdos.
En el mismo período, según el Estado Mayor turco, fueron eliminados unos 10.000 insurgentes.
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán es considerado grupo terrorista por Turquía.