Ya entonces empezaron los enfrentamientos entre árabes y judíos y el acoso y expulsión de centenares de palestinos de sus pueblos.
Incluso se produjeron masacres de población palestina a manos de milicias judías, como la de Deir Yasin.
En mayo de 1948, se proclamó el Estado de Israel y una coalición de países árabes le declararon la guerra.
Más de 700.000 palestinos fueron expulsados o tuvieron que huir de sus casas y se convirtieron en refugiados y desplazados en lo que los palestinos conocen como la Nakba (catástrofe).
El ministro de Asuntos Exteriores palestino, Riad Al Malki, pidió en un comunicado "una acción real para terminar con el sufrimiento de los palestinos".
Malki lamentó el uso, por parte de los sucesivos gobiernos israelíes de "la falta de acciones de la comunidad internacional para (…) confiscar más tierras y construir asentamientos que impiden cualquier Estado palestino en el futuro".
En diversas localidades palestinas se celebran hoy actos para recordar al resto del mundo que los palestinos aún esperan una solución justa al conflicto.