Una parte del Ejército sirio junto con los miembros del movimiento libanés Hizbulá, se establecieron a la altura de la base militar y la torre vecina de Syriatel.
Las tropas gubernamentales, apoyadas por la aviación y artillería, están avanzando hacia las alturas principales cerca del distrito residencial 1070, con el fin de cortar las vías de abastecimiento de los terroristas en este barrio y sus alrededores.
En las primeras horas del ataque los militares sirios destruyeron tres tanques de los radicales.
La operación comenzó unas horas después de finalizar una pausa humanitaria, que estaba vigente en la ciudad durante tres días y que permitía a los radicales abandonar los distritos orientales de Alepo.
Sin embargo, los terroristas se negaron a hacerlo y tampoco dejaron que salieran los civiles, amenazándoles de muerte.
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Siria vive desde 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra (actualmente, Frente Fatah al Sham), ambos proscritos en varios países, entre ellos Rusia.
Desde su comienzo, la guerra en Siria provocó entre 300.000 y 400.000 muertos, según altos cargos de la ONU.