"Hay que luchar contra Daesh, no contra Rusia"

Estados Unidos no debe ampliar la lista de sus enemigos en Siria colocando también a Rusia, puesto que será imposible vencerlos a todos, opina Patrick J. Buchanan en su reciente artículo para The American Conservative.

Los políticos estadounidenses llaman a usar cada vez más a menudo la fuerza contra el país eslavo y las tropas del presidente sirio, Bashar Asad. Recientemente, el candidato republicano a la vicepresidencia de EEUU, Mike Pence, declaró que Washington debe estar dispuesto a realizar ataques contra el Gobierno sirio y tildó de "salvajes" las ofensivas aéreas de Rusia en el país árabe.

John McCain, senador republicano estadounidense, sugirió dar un "ultimátum a Asad y Rusia": si el país eslavo "continúa con sus bombardeos indiscriminados, debemos dejar claro que tomaremos medidas para poner en riesgo sus aviones".

Sin embargo, argumenta el autor del artículo, el pueblo norteamericano no quiere ir a la guerra de nuevo.

Rusia trasladó sus sistemas antiaéreos S-400 a su base militar en Latakia y sus S-300 a su base naval en Tartus. Este hecho ha propiciado el aumento de la preocupación de Washington, puesto que los rebeldes carecen de su propia aviación y el mensaje va dirigido a ellos. Además, Moscú envió su portaviones Almirante Kuznetsov al mar Mediterráneo.

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"Cuando Asad estaba perdiendo la guerra, Putin interfirió para salvar a su único aliado árabe y de pronto alteró la situación a su favor. A lo mejor Asad, en la actualidad, está a punto de ganar la batalla más decisiva y feroz de este conflicto. Asad y sus aliados pretenden acabar con la guerra ganándola", subrayó.

El experto destacó que los rebeldes a los que apoya Estados Unidos no tienen ninguna posibilidad de derrotar a Daesh ni al Frente al Nusra —conocido ahora como Frente Fatah al Sham—, ni siquiera de derrocar a Asad y expulsar a los rusos e iraníes de Siria, todo simultáneamente. "Hay que luchar contra Daesh, no contra Rusia".

Buchanan asevera que llegó la hora de poner fin a los asesinatos, a la masacre, acabar con el conflicto bélico y elaborar las condiciones más adecuadas para la paz. Concluyó que, en caso de que EEUU continúe con esta guerra, la probabilidad de ganar equivale casi a cero y "pone en duda los principios morales del país".