No había terminado el entierro de Peres y Abu Mazen, como se conoce a Abás, entre los palestinos, ya era blanco de insultos. "Es un producto ‘hecho en Israel’ y no representa a los palestinos", dijo un portavoz de Hamás, Mahmud Al Zahar, a la prensa local, refiriéndose al presidente palestino.
La foto de Abás estrechando la mano de Netanyahu a su llegada al funeral también fue muy criticada, al igual que otra imagen en la que se supone que el presidente palestino estaría emocionado en el funeral y hasta habría llorado.
"Mahmud Abás llorando en el funeral del asesino de niños", decía en Twitter un periodista palestino.
Las principales críticas a Abás se basan en el hecho de que el funeral de Peres se produjo el mismo día en que se recordaba el 16º aniversario de la muerte del pequeño Mohammed Al Durra, un gazatí de 12 años muerto acribillado, que se convirtió en la primera víctima palestina de la segunda intifada y un símbolo nacional.
"En el aniversario del asesinato de Al Durra, Abu Mazen abraza a sus asesinos", decían internautas palestinos y de otros países árabes en las redes sociales.
En un comunicado el partido de Abás, el Fatah, respondió que la presencia de Abbas en el funeral era un "mensaje de paz" al mundo. "Su participación forma parte de las responsabilidades de Abu Mazen como presidente palestino y es una parte de su acción para frenar la campaña del gobierno de Netanyahu para amedrentar a la Autoridad Palestina y convencer al mundo de que sólo creemos en la violencia", dijo el comunicado.