En una reunión con líderes drusos el viernes pasado, Eisenkot les transmitió que la política de Israel respecto a Siria no ha cambiado.
En la localidad siria de Hader, que colinda con la frontera israelí, se produjeron enfrentamientos entre rebeldes suníes y milicias drusas de la zona que en los últimos años han actuado en coordinación con el Ejército sirio.
La semana pasada, el diputado druso Akram Hasun criticó al ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, y acusó al Ejército israelí de ayudar a las fuerzas yihadistas del antiguo Frente al Nusra, proscrito en Rusia y que cambió de nombre el pasado julio.
El grupo, que antes se definía como el brazo de Al Qaeda en Siria, se llama ahora Frente Fatah al Sham y anunció su ruptura con esa red.
Según indicaron algunos de os asistentes al encuentro con Eisenkot, éste negó que Israel mantuviera vínculos con facciones islamistas extremistas en Siria.
Eisenkot sí admitió que el Ejército israelí está en contacto con grupos rebeldes no extremistas que operan en la zona de Siria cercana a la frontera con Israel para asegurarse de que se mantiene la calma en ese área.
El Ejército israelí lleva tres años evacuando heridos de la zona próxima a la frontera, tanto civiles como combatientes. Los drusos acusan a los israelíes de tratar en sus hospitales a milicianos yihadistas, hecho que Israel no niega. Los israelíes alegan que no preguntan a los heridos de dónde vienen.