Turquía vivió en la noche del 15 de julio un intento de golpe de Estado que se saldó con 246 muertos y más de 2.000 heridos.
La asonada fue reprimida, las autoridades turcas señalaron al imán opositor Fethullah Gülen como su inspirador y exigieron su extradición de EEUU.
El propio Gülen condenó el motín y declaró su inocencia.