Turquía exige a EEUU la extradición del imán opositor, exiliado en Pensilvania desde 1999, a quien acusa de haber inspirado el fallido golpe militar del 15 de julio.
Se prevé que los funcionarios estadounidenses se reúnan con sus colegas turcos los próximos días 23 y 24 de agosto.
Ankara planea entregar a la delegación documentos para la extradición de Gulen y las pruebas de su implicación directa en la intentona golpista.
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El propio Gulen rechaza rotundamente su implicación en los sucesos del 15 de julio, propone establecer una comisión internacional para investigar la asonada e insinúa a que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se aprovecha de la situación para dar un golpe blando contra la Constitución.
