Según el rotativo, las minas fueron sembradas en Egipto por las tropas del Deutsches Afrikakorps —una fuerza militar de la Alemania nazi que operó en África entre 1941 y 1943—. Desde el año 2004, los terroristas de Daesh se dedican a desenterrar las minas y usarlas para la preparación de artefactos explosivos de gran poder.
Según declaró el exembajador de Egipto en Arabia Saudí, Fathy el Shazly, a Newsweek, citado por Daily Express, se han reportado al menos 10 casos de uso de minas antiguas por parte de los terroristas, entre ellos un ataque en marzo de 2016 a un convoy militar, que se saldó con la muerte de cinco soldados egipcios y en un atentado terrorista en la ciudad de Taba, donde murieron 34 personas.
Se cree que 23 millones de explosivos aún están enterrados en el desierto, en una zona de más de 40.000 kilómetros cuadrados.