"Cualquier inquietud en la región resulta casi siempre en un incremento de los precios del petróleo, más aún si tenemos en cuenta la relación entre lo que sucede en Turquía y Siria", opina Craig Pirrong, director del Instituto de Gestión de Energía Global de la Universidad de Houston, en declaraciones recogidas por Bloomberg.
Tras las primeras informaciones sobre un intento de golpe de Estado en Turquía, la cotización del barril de crudo WTI —referencia para EEUU— alcanzó los 46,33 dólares por barril y se asentó en los 45,95 dólares. Por su parte, la cotización del barril de crudo Brent —referencia para Europa—alcanzó los 48,25 dólares y se asentó en los 47,61, según informa The Financial Times.
"Rusia exporta entre el 10 y el 15% de su crudo y derivados a través del mar Negro, desde el puerto de Novorosíisk. Si el estrecho del Bósforo cierra por uno, dos o tres días, no es un problema. Es algo que ya ha pasado anteriormente por razones climáticas", afirmó.
Pero aún es demasiado pronto para evaluar qué repercusiones tendrá en el transporte de petróleo y en los mercados mundiales la situación que se vive en Turquía.
La noche del viernes 15 de julio, una facción del Ejército turco dio un golpe de Estado que acabó fracasando. Más de 190 personas muertas y un millar de personas heridas es el saldo que ha dejado hasta el momento el suceso.