"Allí la situación es muy inestable, por eso es difícil hablar de cuando las obras puedan comenzar", dijo.
Palmira, uno de los seis lugares de Siria declarados Patrimonio Mundial por la Unesco, había caído en mayo de 2015 en manos del autodenominado Estado Islámico, o Daesh, grupo declarado terrorista por la ONU y proscrito en numerosos países, incluyendo Rusia.
El 27 de marzo de 2016, el Ejército sirio y el grupo Halcones del Desierto recuperaron el control de esta ciudad situada en la provincia de Homs.