La bomba estalló en el distrito Silopi de esa provincia al paso de un vehículo policial.
Se informa que los cuarto muertos son civiles, mientras que entre los heridos figuran cinco agentes del orden.
Según la versión preliminar, el artefacto se instaló bajo una tapa de alcantarillado.
Las autoridades atribuyen el ataque al Partido de los Trabajadores de Kurdistan, PKK, considerada organización terrorista en Turquía.