"La vida se volvió un infierno para nosotros", dijo Mohammad Arif Ahmadi al contar la historia de cómo la familia tuvo que mudarse al país vecino, Pakistán. Actualmente, los Ahmadi viven en la pequeña ciudad de Quetta, ubicada cerca de la frontera con Afganistán.
"Vendí todo lo que tenía y saqué a mi familia de Afganistán para salvar la vida de mi hijo, así como las vidas del resto de mis familiares", dijo el padre.
La historia de Murtaza Ahmadi, de cinco años, se conoció el pasado enero, cuando se difundió por Internet un vídeo en el que el niño llevaba una camiseta casera compuesta de una bolsa de plástico con los colores de la selección de Argentina y con el nombre de Messi en la espalda. El vídeo se hizo viral y gracias a la atención mediática, el mundo conoció al pequeño aficionado, que recibió una camiseta firmada por el mismísimo Lionel Messi.
