"En virtud de la Convención de Viena, a todas las misiones diplomáticas se les garantiza la seguridad (…) y estamos completamente seguros de que las fuerzas de seguridad iraquíes cumplan esta obligación", dijo el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Mark Toner.
Anteriormente el Parlamento iraquí, que vive una escisión, no logró llevar a cabo la votación de nuevos miembros del Gobierno y aplazó la reunión para el martes.
Más tarde, los partidarios del líder chií Muqtada al Sadr irrumpieron en la sede del Parlamento, hiriendo a varias personas.
En esta situación, las fuerzas de seguridad de Bagdad declararon estado de emergencia y bloquearon los accesos a la capital. Las embajadas extranjeras y las oficinas de la ONU fueron evacuadas.
La agencia local Iraqi News Media Agency informó que Al Sadr ya exhortó a sus partidarios a abandonar la sede del Parlamento.
Mientras, el primer ministro de Irak, Haider al Abadi, declaró que la situación en Bagdad ya está "bajo control".
"El primer ministro Al Abadi confirma que la situación de la seguridad en Bagdad ya está bajo control y llama a los manifestantes a regresar a las zonas habilitadas para las protestas", escribió el primer ministro en su Twitter.