"Si continúan los juegos diplomáticos, el teatro diplomático como el que tuvo lugar en Ginebra o Múnich, la comunidad internacional será responsable de estos problemas", declaró Davutoglu durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, celebrada en Kiev.
Según el primer ministro turco, citado por la televisión turca NTV, Rusia no está interesada en que las acciones militares en Siria concluyan.
El 12 de febrero en la capital de Baviera tuvo lugar una reunión del Grupo de Apoyo Internacional a Siria, que decidió alcanzar a lo largo de la semana un acuerdo sobre el abastecimiento de cargas humanitarias a todos los rincones del país y establecer las modalidades del cese a las acciones militares en Siria.
En días cercanos arrancará el trabajo de dos grupos, uno de los cuales se dedicará a los temas del cese al fuego, otro abordará los temas humanitarios.
Las tropas gubernamentales se enfrentan a distintos grupos armados, incluidos Daesh y el Frente al Nusra, vinculado con Al Qaeda, proscritos en Rusia y otros países.
La coalición internacional liderada por EEUU bombardea desde septiembre de 2014 las posiciones del grupo armado Daesh en Siria sin coordinar sus acciones con Damasco ni contar con el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU.
El pasado 30 de septiembre la aviación rusa lanzó una ofensiva aérea contra Daesh en Siria a petición del presidente del país, Bashar Asad.
Rusia intercambia información sobre sus vuelos con la coalición de EEUU pero aún no se estableció una mayor coordinación.
Al mismo tiempo, las potencias de Occidente acusan a Rusia de bombardear no solo las posiciones de los terroristas, sino también las de la llamada oposición moderada, lo que Moscú rechaza categóricamente.
La Cancillería rusa también considera infundadas las acusaciones de que los ataques aéreos rusos provoquen el flujo migratorio que comenzó mucho antes de la operación rusa en Siria.