"Erdogan no puede enviar el Ejército turco directamente al Kurdistán sirio, pero puede utilizar al EI como herramienta contra los kurdos", opina Irmak.
Irmak agregó que el presidente turco tiene "un gran imperio otomano en la cabeza", que es "su sueño".
La diputada resaltó que hasta el momento Daesh no perpetró ningún crimen en Turquía.
La parlamentaria ejemplificó las preferencias de Ankara en el conflicto sirio con el apoyo de los kurdos en la lucha contra Daesh en la ciudad siria de Tal Abyad, pero destacó que al mismo tiempo Turquía realizó 65 ataques aéreos en la región montañosa de Irak donde tienen su base los combatientes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), perseguido por Turquía.
"La unión de los kurdos obstaculiza la política de Turquía y su política islamista suní en Medio Oriente", destacó la parlamentaria turca.
La diputada también destacó que existen varias pruebas de vínculos entre la administración turca y los combatientes islámicos que participan en los conflictos de Irak y Siria.
"Los combatientes heridos reciben tratamiento en Turquía, pueden cruzar la frontera turca, tramitar documentos", afirmó y agregó que el país es una retaguardia importante y un canal de aprovisionamiento para Daesh.
Declaró que Daesh cuenta con campos de entrenamiento en Turquía y el grupo vende petróleo y se beneficia del tráfico de personas.
"Todas las relaciones con el exterior se realizan a través de Turquía", concluyó.
Las autoridades turcas están al tanto de la situación, que además "cuenta con control y vigilancia de la policía".
Según el Estado Mayor General de las FFAA de Turquía, desde mediados de diciembre en las regiones del país donde se llevaba a cabo esta operación fueron eliminados unos 900 "extremistas" kurdos.
El prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) a su vez afirma que esta operación causó la muerte a decenas de civiles.
Selma Irmak, también copresidente de la unión de organizaciones kurdas Congreso de la Sociedad Democrática, pasó un total de 14 años en cárceles turcas por ser sospechosa de tener vínculos con el prohibido Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).