Los agentes de seguridad detuvieron a nueve estadounidenses, un kazajo, dos sirios, un indonesio y un filipino, así como a 14 saudíes, tres yemeníes, un ciudadano de EAU y un palestino.
El viernes pasado, los agentes de policía detectaron a dos suicidas en la provincia Al Ahsa, uno de ellos logró a detonarse y el otro fue detenido con un cinturón suicida.
El atentado causó cuatro muertos y 36 heridos, entre ellos tres agentes de seguridad.