Las restricciones incluyen bloqueo de activos, prohibiciones de viajes y embargos de armas a personas y entidades ante la "creciente presencia y futuro potencial de crecimiento" de grupos vinculados al Estado Islámico (Daesh en árabe, grupo terrorista proscrito en Rusia) en Afganistán.
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Los países deben tomar medidas que impidan suministros directos o a través de intermediarios de armas a los extremistas, así como frenar cualquier apoyo a los talibanes o a estructuras relacionadas con ellos y la entrada o tránsito por su territorio de esos activistas.
Los países y personas que apoyen a los talibanes serán incluidos en una lista de sanciones.
La noticia tiene lugar tras un ataque suicida que se llevó la vida de seis militares estadounidenses en Afganistán.
Los talibanes lograron igualmente ocupar un distrito en la provincia de Helmand, al sur del país.
