"No hay muchas investigaciones que tengan tanta prioridad como la de los asesinatos del pueblo de Duma", aseguró Erdan a la Radio del Ejército israelí.
Según el ministro, para los servicios de seguridad del Shin Bet y la policía, es "muy, muy difícil" descubrir a los autores del ataque porque los sospechosos han eludido durante mucho tiempo a las autoridades.
Presuntos israelíes judíos extremistas incendiaron con cócteles Molotov dos casas en el pueblo de Duma, en la zona de Nablus, en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.
En una de las casas dormía una familia de cuatro miembros, una pareja joven con sus dos hijos. El pequeño, Ali, murió quemado vivo en el incendio que causaron los cócteles.
Sus padres murieron días después del ataque como consecuencia de las graves quemaduras que sufrían por todo el cuerpo, y su hermano, Ahmad, de cuatro años, aún está ingresado en el hospital.
"Estamos haciendo todo lo que podemos para conseguir pruebas que nos permitan conseguir justicia y emitir cargos" contra los presuntos autores del crimen, recalcó Erdan.
