Según Worren, los ataques aéreos sobre las posiciones del EI se llevan a cabo en coordinación con el Gobierno iraquí conforme a "los estándares definidos de la realización de acciones militares".
Indicó que desde verano el EI perdió 800 kilómetros cuadrados en un distrito administrativo al norte de Bagdad y toda la línea del frente en la frontera con las regiones kurdas.
El EI ha proclamado un califato en las áreas tomadas de Siria e Irak y pretende ampliar su zona de influencia con células que actúan ya en Libia, Yemen y otras naciones del Oriente Medio y el norte de África.
Las hostilidades han dejado miles de civiles muertos, centenares de miles de refugiados y otros miles de rehenes en manos de los radicales.
Contra el EI combaten las fuerzas gubernamentales de Siria e Irak, la coalición internacional y los kurdos de ambos países.