"Los Su-34, Su-24M y Su-25 asestaron golpes contra 12 objetivos: infraestructuras de retaguardia, puntos de mando, campamentos de entrenamiento y bases de los terroristas del EI", dijo el general a la prensa.
Precisó que los aviones rusos destruyeron dos puestos de mando del EI en las afueras de la ciudad de Deir al Zor, dos campamentos yihadistas en la provincia de Idlib, dos posiciones fortificadas en las provincias de Damasco y Latakia y un taller de municiones cerca de Damasco.
Además, en la provincia de Idlib fue destruido un campo de formación de terroristas extranjeros: según Konashenkov, las comunicaciones interceptadas habían revelado conversaciones en varios idiomas.
Los ataques de precisión de aviones rusos contra el EI en Siria "han causado pánico entre los radicales", aseguró el general.
El Ministerio de Defensa de Rusia destaca que los ataques de su aviación han afectado el sistema de abastecimiento de los extremistas y ha dañado las infraestructuras que preparan a los terroristas suicidas.
El embajador sirio en Rusia, Riad Haddad, confirmó que los ataques rusos se llevan a cabo solo contra las posiciones de terroristas, y no contra la oposición o los civiles.