La marcha tiene previsto llegar a Jerusalén el 17 de marzo, día en que se celebrarán las elecciones parlamentarias.
Los organizadores esperan que otros se unan a ellos por el camino.
Los manifestantes planean llegar a la residencia del presidente de Israel, Reuven Rivlin, en Jerusalén, con la intención de presentarle folletos en los que se detallan los problemas que tiene la población en diversos campos.
Entre los integrantes de la marcha hay médicos interinos, activistas por los derechos infantiles, representantes vecinales, activistas sobre la vivienda pública, miembros de la Coalición para un Empleo Directo, representantes de la comunidad de discapacitados y del Consejo Nacional de Estudiantes.
Los organizadores del evento han prometido que van a hacer todo lo posible para cambiar las prioridades de los líderes de Israel antes de la elecciones y para que se forme un gobierno de orientación más social.
Carmel Elmakais-Amos, representante del grupo "Lo Nehmadim" (No es bonito) ha dicho al diario israelí Haaretz que “cuando estas elecciones terribles hayan terminado, vamos a exigir un cambio a los que formen el gobierno”.
“La lucha de nuestro grupo es por la vivienda pública, la reducción de la brecha de la pobreza y la mejora de las condiciones de los barrios", ha añadido Elmakais-Amos, que cree "que la gente se unirá a nosotros en el camino y nuestra protesta crecerá y se expandirá”.
