El mal tiempo, que ha matado a al menos cinco personas en esta zona, ha silenciado las armas en Siria, donde la mayoría de los combates han cesado y los aviones de las fuerzas aéreas gubernamentales no pueden bombardear por falta de visibilidad.
El temporal ha matado a tres refugiados sirios en Líbano y a dos personas en la ciudad siria de Alepo, en el norte del país, según han informado las fuerzas de seguridad libanesas y activistas sirios.
El líder de la CNS Ahmad Tuma, ha dicho desde Estambul que la situación de decenas de miles de refugiados es "catastrófica" a causa de las bajas temperaturas y la falta de tiendas en los campos que acogen a sirios que han huido de la guerra.
Según Tuma, solo en los dos últimos meses, unas 2.000 familias han tenido que abandonar Siria a causa de la violencia y 800 de ellas no tienen refugio.
"El temporal tiene efectos malos y buenos. No tenemos mantas ni estufas, pero el régimen ha detenido los bombardeos", ha indicado un activista en la ciudad de Homs.
Otra figura prominente de la oposición, Suhair Atassi, ha llamado a "los países que son amigos del pueblo sirio" a ayudar a los refugiados y desplazados que tienen que afrontar bajas temperaturas en hogares precarios o a la intemperie.
En la localidad libanesa de Al-Mrj, en el este del país, centenares de refugiados sirios se apiñaban en tiendas de campaña para combatir el frío con calor humano, ya que no tienen dinero para comprar combustible ni madera para calentarse.
Algunos ponían botellas y bolsas de plástico o basura en sus estufas para conseguir algo de calor y se quejaban de que las organizaciones humanitarias no los ayudaban.
Más de tres millones de sirios se han visto obligados a refugiarse en los países vecinos de Siria y en otros Estados de la zona, principalmente en Líbano, Jordania, Turquía e Irak.
La guerra, que empezó hace casi cuatro años, ha provocado también que más de 6,5 millones de personas hayan tenido que abandonar sus hogares y desplazarse a otras áreas de Siria, donde viven 23 millones de personas.
