"La (reciente) ejecución de 100 militantes demuestra que el grupo se está desintegrando", afirmó Al Gaban en un comunicado que recoge la web del Interior.
La lealtad de estos miembros, explicó, se había puesto en duda.
En diciembre pasado, el diario Financial Times informó de que el EI ejecutó a 100 combatientes extranjeros que habían intentado desertar de Raqqa, la base yihadista en el norte de Siria.
El ministro Al Gaban prometió que las fuerzas iraquíes retomarán pronto el control de los territorios ocupados por los yihadistas.
"La provincia de Saladino, buena parte del cual está controlada por el EI, será recuperada en los próximos días", aseguró al agregar que ello contribuirá al éxito de una operación mayor, para reconquistar Mosul.
Esta ciudad, la segunda más grande de Irak, permanece desde junio pasado en manos del EI, que proclamó un califato en vastos territorios que se extienden desde Alepo, en el norte de Siria, hasta la provincia de Diyala, en el este de Irak.
El EI se granjeó la fama de uno de los grupos más crueles. Dio muerte a miles de personas, tomó como rehenes a varios miles, otros centenares de miles se convirtieron en refugiados.
Diversas ONG han denunciado que las minorías en las zonas ocupadas por el EI son objeto de ejecuciones, conversiones forzadas, secuestros, torturas y violencia sexual.