Las mujeres toman la palabra: Por qué los hombres rusos son socialmente tan pasivos

© Foto : Mikhail Kharlamov/Marie Claire RussiaSvetlana Kolchik
Svetlana Kolchik - Sputnik Mundo
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Ahora no pienso investigar por qué los chicos rusos prefieren no participar en votaciones o protestas sociales, ya que esas actividades pueden causarles problemas graves.

Espere, permítame  que me explique. Ahora no pienso investigar por qué los chicos rusos prefieren no participar en votaciones o protestas sociales, ya que esas actividades pueden causarles problemas graves. Estoy hablando de cosas más fáciles y agradables como asistir a los bailes de caridad, veladas y otro tipo de eventos sociales.

En un gran baile celebrado el pasado domingo en uno de los mejores hoteles de Moscú,  ampliamente promovido entre la comunidad empresarial y financiera moscovita se pudo ver los vestidos cocktail y de gala de las tendencias más modernas. Era evidente la primacía del sexo débil, había al menos tres mujeres por cada dos hombres. Sus organizadores, la asociación sin fines de lucro Muskie Club Moscow,  que aglutina a los diplomados de varios programas educativos internacionales, sintieron alivio, ya que la fiesta prometió ser un éxito total.

Los chicos que llegaron finalmente aquí fueron una verdadera sorpresa y un gran bono del evento. Pero tan sólo hace un día, el balance entre mujeres y hombres era mucho más dramático, al menos el 80% de más de 700 personas registradas para el baile eran mujeres. “Muchos chicos se presentaron a último momento, parece que las chicas los trajeron a remolque”, dijo Anastasia Ekkert, propietaria de Muskie Club Moscow y una de las organizadoras responsable de la fiesta.

No, no se trata de un comentario sobre el deterioro de la calidad de los hombres rusos. Al contrario, al frecuentar recepciones moscovitas tanto por cuestiones de trabajo como por placer, siempre me parecía algo triste y hasta un poco cómico cuando acudes al escenario de la fiesta y descubres una predominante multitud de “chicas peripuestas solas” aquí donde se prevé un evento mixto. Me interesa también por qué nuestros hombres siempre deben traerse de remolque (guión optimista) o ni siquiera se presentan (guión más realista) a los eventos sociales no relacionados con el trabajo, en especial cuando requieren ponerse algo más formal y complicado que los vaqueros.

Este asunto lo abordé con Alexandra Olsufieva, fundadora de Coolcoz, fondo filantrópico internacional que lleva a cabo varios eventos caritativos a través de Europa. Alexandra, parisiense con padre ruso, habla fluido el ruso, el francés y el inglés, vivió en Moscú más de seis años y tiene una visión tanto desde interior como exterior sobre nuestra cultura.

“Según mi observación, en general los hombres rusos incluso los muy educados y viajeros son socialmente tímidos”, dijo. “Muchos de ellos carecen de los mismos hábitos sociales que poseen las mujeres, es posible que hayan sido educados de esa manera”. “A los hombres en este país”, agregó “les gusta tener la situación bajo su control y es por eso que pueden sentirse torpes en citas semiformales donde no conocen a la gente”.

No obstante, según Olsufrieva, el nivel de estrés en Rusia es tan alto y los hombres se enfrentan con tanta tensión que prefieren pasar su tiempo libre en un ambiente seguro y confortable en vez de ir a las veladas que requieren vestirse y/o comunicarse con gente desconocida. “En París y dondequiera en Europa Occidental la vida es mucho más fácil y más estable y los hombres tienen más energía para la vida social”, dijo.

Pregunté a un buen amigo mío Konstantin Smirnov, director de la oficina moscovita de una importante companía internacional, un chaval encantador y bastante social, si de verdad ésa es la causa. Y consintió con ardor. “No asisto a las fiestas salvo junto con mis amigas que me invitan y me persuaden a acompañarlas. En cierto modo las mujeres son la fuerza motriz de nuestro país, al menos cuando se trata de eventos sociales”, dijo.

El caso es que en la cultura rusa moderna el baile es un concepto relativamente novel, y está claro que nosotros carecemos de motivación, desconocemos con exactitud  el código de vestir y la ética de comportamiento para tales eventos. En Europa, es poco verosímil ver una desproporción entre sexos en los bailes ya que los participantes tradicionalmente vienen con sus parejas.

Y a pesar de que es mucho más complicado preparar un atavío para una mujer (a más de encontrar un vestido conveniente, zapatos y accesorios, tiene que arreglar su cabello y maquillaje), mientras que el hombre tiene que tan solo ponerse un buen traje (todavía tuxedos son ropa en extinción en Rusia), ciertos chicos rechazan esas molestias.

“Visitar un evento tipo baile es demasiado duro para un hombre que trabaja hasta el agotamiento”, indicó Smirnov. “La última vez que la mayoría de mis amigos asistieron a una cita fue su fiesta de graduación universitaria. Así que más bien quedarían en casa, se relajarían y mirarían TV o irían al baño con sus amigotes”, dijo.

Hablé con otro hombre, conocedor de la participación en actividades sociales moscovitas, Alex Teplitskiy, fundador de PRIVATE PARTIES RU y copropietario de eventos sociales en el Club Harvard de Rusia. Teplitskiy quien organiza fiestas y eventos exclusivos frecuentes para la comunidad empresarial y financiera, resaltó que en mayor parte son los hombres que acuden a esos eventos porque saben bien a quién encontrarán aquí y que será un establecimiento de contactos empresariales con la gente de su círculo. “La exclusividad se aprecia mucho en Rusia”, dijo.

Eso no quiere decir que los hombres rusos opten deliberadamente por permanecer en sus cuevas para siempre, afirma la mayoría de los organizadores de eventos sociales. Los chicos necesitan una motivación correcta, según lo creen. Y mientras las personas de marcha buscan estrategias eficaces para involucrar a los hombres, el deber de las mujeres es inspirar al sexo opuesto a ser cada vez más sociable

 

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*Svetlana Kolchik es directora adjunta de la edición rusa de la revista Marie Claire. Se graduó de la Universidad Estatal de Moscú, facultad de Periodismo, y la Universidad de Columbia, Escuela de Estudios Avanzados de Periodismo, colaboró para el diario Argumenti I Fakti en Moscú y el USA Today en Washington, con RussiaProfile.org, ediciones rusas de Vogue, Forbes y otras.

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