"Es un comportamiento provocativo", señala a Sputnik el experto.
"O asumían el compromiso o lo rechazaban. Luego nos dijeron: 'no queremos usar esas frecuencias' o 'no vamos a volar a esas alturas'", comenta Baranets
"Los militares estadounidenses tratan de presentarse al mundo como una víctima que en cualquier momento puede ser destrozada por el 'oso volador ruso'", dijo.
"Los estadounidenses a menudo hablan sobre una especie de territorio 'suyo' en Siria. Pero, ¿acaso EEUU se puso de acuerdo con Damasco para el despliegue de sus tropas en el territorio de este soberano Estado árabe? No, no lo hicieron. De ahí que la única conclusión sea que los estadounidenses llegaron a Siria como invasores", considera Baranets.
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Los militares revelaron que el 13 de diciembre a dos cazas rusos Su-25 que acompañaban a un convoy humanitario cerca de la ciudad de Mayadín, en la orilla occidental del río Éufrates, se les aproximó un caza estadounidense F-22.
"Al lanzar bengalas térmicas, el F-22 obstaculizó la misión de dos Su-25 rusos", denunció entonces el ministerio.