En un futuro próximo, los terroristas de este grupo podrían trasladar sus bases principales a Afganistán, donde ya hace tiempo que las autoridades no pueden controlar a los radicales locales, asegura el columnista de Sputnik Ígor Gashkov.
El experto Ígor Gashkov aborda en su artículo los posibles escenarios en los territorios de la antigua URSS tras la caída de Daesh en Siria e Irak.
El escenario oriental
Daesh controlaba en 2014 un área importante en la zona fronteriza entre Siria e Irak, lo que representaba una amenaza para una de las ciudades más importantes de la región: Bagdad. En este periodo, que se considera el de mayor expansión de Daesh, los partidarios de Al Bagdadi —el líder del grupo— consiguieron el apoyo de diferentes grupos islamistas en África y Asia Central mediante un juramento de lealtad.
En este contexto, cada vez gana más peso la presencia de Daesh en Afganistán, cerca de los territorios de la antigua URSS, donde "ni las autoridades oficiales, ni sus rivales del movimiento talibán tienen recursos para vencer a Daesh", explica el profesor de la Escuela Superior de Economía y especialista en Oriente Medio, Grigori Lukiánov.
"Los partidarios del 'califato' se hicieron con el control del narcotráfico y el contrabando en algunas partes de Afganistán, lo que los hace económicamente invulnerables. El Daesh afgano parece bastante estable de cara al futuro: no tiene casi ninguna amenaza desde el punto de vista militar o económico. Es por eso que a esta agrupación podrían unirse los yihadistas derrotados en Irak y Siria", opina Lukiánov.
"Una de las posibles tendencias peligrosas es que los uzbekos y tayikos afganos, hermanos de los que residen en el territorio de las antiguas repúblicas soviéticas, se unan a Daesh por la discriminación que sufren por parte de la mayoría pastún en Afganistán. Así, la influencia de los yihadistas podría acabar llegando a Rusia", señala Gashkov.
El último gran atentado: ¿qué trama Daesh para los países occidentales?
Junto con el escenario afgano, que implica la migración de integrantes de Daesh hacia el este, existe la posibilidad de que los yihadistas se dirijan a los países occidentales para cometer un último gran atentado.
Cabe mencionar que los terroristas suelen elegir fechas señaladas para perpetrar sus ataques contra la población civil en Europa. Fue en un mercado navideño de Berlín donde se produjo el atentado del 19 de diciembre de 2016, cuando un atropello masivo mató a 11 personas e hirió a más de 50. Otra fecha simbólica elegida por los terroristas fue el Día Nacional de Francia del año 2016, cuando un terrorista mató con un camión a 85 personas en Niza.
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La cuestión está en saber si Daesh realmente tiene los recursos suficientes para realizar su prometido y último ataque. De acuerdo con el profesor Lukiánov, es poco probable que los terroristas ataquen el Vaticano y podrían decantarse por un lugar insospechado.
"Hoy se puede decir que Daesh está derrotado y no tiene tantas posibilidades de realizar un ataque. La organización yihadista tuvo un poderoso centro de mando, pero ha sido derrotado", añade.
"Hoy el liderazgo en la clandestinidad del terrorismo internacional pertenece a Al Qaeda. La estructura de red con una un centro de mando difuso resultó ser más efectiva que el 'califato' que dependía de la figura de un líder", prosigue Lukiánov.
Según él, habrá que esperar atentados no en Europa, sino en África, donde es más fácil actuar para los yihadistas.
¿Qué será de Siria e Irak?
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, confirmó en un encuentro con militares de alto rango que más del 90% del territorio sirio está libre de terroristas. Los yihadistas también están de retirada en Irak.
"En los 2000, en los territorios que más tarde se convirtieron en parte del 'califato' de Daesh, operó con el apoyo de algunos de los residentes locales el grupo Al Qaeda en Irak. Un tercer retorno de los yihadistas a las mismas tierras es bastante posible si las autoridades del país, en su mayoría chiíes, discriminan a la minoría suní", escribe Gashkov.
De acuerdo con el director del Centro de Oriente Medio y del Centro de Estudios de Asia, Semión Bagdasárov, "a Irak y Siria les espera un difícil periodo de recuperación para restaurar los lazos pacíficos entre las diversas comunidades".
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Existe otro factor que apunta a la posibilidad de que la amenaza islamista en la región vuelva a ser una realidad dado que no todos los partidarios de los grupos radicales y terroristas serán detenidos y juzgados por la falta de mecanismos estatales para organizar un proceso de semejante calibre.
"Una gran parte de los excombatientes seguirá en Irak y Siria, ocultándose entre los refugiados o uniéndose temporalmente a las organizaciones islamistas más moderadas. En caso de que se produzca un desarrollo negativo de los acontecimientos, la reaparición de Daesh o su análogo solo será cuestión de tiempo", concluye el artículo.
