“Hemos acogido con éxito los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi. Ahora, sabemos qué tipo de desafío nos espera para organizar un evento de tal magnitud. Daremos lo mejor para ofrecer al mundo una fiesta del fútbol inolvidable y una verdadera hospitalidad rusa en 2018”, señaló el presidente ruso Vladimir Putin, antes de iniciar su gira por Latinoamérica.
El país más grande del planeta tiene previsto organizar dentro de cuatro años el mejor Mundial y el primero en el Este de Europa. Por lo que la cuenta atrás ha comenzado para los rusos.
"Estoy convencido de que podemos organizar el Mundial 2018 al más alto nivel. Los rusos somos muy hospitalarios. Nuestro país tiene una cultura y un potencial inmenso", señaló recientemente el ministro de Deportes de Rusia, Vitali Mutkó.
El Mundial de fútbol representa para Rusia un desafío aún mayor. Moscú anunció una renovación completa de las infraestructuras deportivas, turísticas y de transporte, en regiones hasta ahora poco dotadas.
Los partidos se celebrarán en 12 estadios ubicados en 11 ciudades del país (Moscú, San Petersburgo, Kaliningrado, Nizhny Nóvgorod, Saransk, Volgogrado, Rostov del Don, Samara, Sochi, Kazán y Ekaterimburgo).
Desde ya se anunció que el escenario del partido inicial y la final será el célebre estadio moscovita de Luzhniki, construido en 1956 y que albergó los Juegos Olímpicos de 1980 y la final de la Liga de Campeones en 2008. Está instalación, se está renovando por completo para transformarlo en un complejo ultramoderno con capacidad para 81 mil espectadores.
Otro estadio moscovita, el del club Spartak, contará con 42 mil asientos, y tiene previsto concluirse en septiembre, mientras que el de Kazán ya está listo y el pasado año albergó la Universiada.
En San Petersburgo, el estadio de Gazprom tendrá 70 mil asientos y su inauguración está prevista para mayo de 2016. En tanto el Estadio Olímpico de Sochi se ampliará a 45 mil plazas y el de Ekaterinburgo también será renovado. A estos se sumaran las instalaciones de otras seis regiones donde se esperan trabajos gigantescos para construir todas las infraestructuras partiendo casi de cero. “Esperamos comenzar los trabajos en agosto o septiembre como muy tarde. Estimamos que todo estará listo a tiempo”, prometió Putin.
Uno de los grandes problemas de Brasil 2014, fue precisamente el atraso con la entrega de los campos de juego. La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) desea que no le pase lo mismo en Rusia, por lo que pondrá presión desde ya.
“Los rusos han comenzado a trabajar muy duro desde el principio. Es algo nuevo. Estoy muy contento”, destacó el presidente de la FIFA, el suizo Josepp Blatter.
Pero la construcción de estadios e infraestructura no será el único problema de los rusos, pues también necesitan mejorar el desempeño del equipo nacional, que tuvo una discreta labor en Brasil, en su regreso a una Copa del Mundo tras 12 años de ausencia. La selección se marchó, eliminada en la primera fase, sin lograr una sola victoria, pese a estar encuadrada en un grupo asequible.
Para conseguir esa mejora los dirigentes del país han confirmado su apoyo al seleccionador, el italiano Fabio Capello, aunque ya han advertido que el equipo no puede volver a fracasar. “No podemos dejarnos humillar en 2018 ante nuestros propios seguidores. Sería inadmisible”, advirtió Mutkó.
Uno de los temores es sufrir un fracaso como el de Brasil ante Alemania a en las semifinales (1:7), que entró a la historia como la mayor derrota de un equipo anfitrión de un Mundial y la mayor diferencia en un partido en esa ronda.
Este juego fue, además, el evento deportivo más tuiteado. Hubo 35,6 millones de publicaciones en la red social Twitter sobre el encuentro, lo que superó los 24,9 millones durante el Super Bowl en febrero pasado.
Muchas más fueron las marcas que dejó la cita brasileña, que habrá que esperar cuatro años para ver si serán superadas. Entre ellas, la del alemán Miroslav Klose, que se convirtió el máximo anotador de la historia mundialista (16 tantos). Además, el veterano teutón pasó a ser el jugador con más semifinales disputadas en este tipo de torneo (2002, 2006, 2010 y 2014).
El portero colombiano Faryd Mondragón ingresó en los minutos finales del triunfo de Colombia ante Japón y se convirtió en el más veterano en disputar un partido mundialista (43 años y 3 días). Mientras que el guardameta holandés Jasper Cillessen fue objeto de una curiosidad, pues su entrenador, Louis van Gaal, lo sustituyó en el partido por el tercer lugar por Michel Vorm, y es el primer arquero reemplazado dos veces en un Mundial. En ese mismo partido, Holanda se convirtió en la primera selección en usar a sus 23 jugadores convocados para el torneo.
La final Argentina-Alemania se convirtió en más repetida de los mundiales: México-1986, Italia-1990 y Brasil-2014.
Con el título alemán, Europa se convirtió en la primera confederación (UEFA) en ganar 3 mundiales consecutivos: Italia en el 2006, España en el 2010 y Alemania en el 2014. Este triunfo le permitió a Alemania romper el maleficio del continente americano y convertirse en la primera selección europea en ganar en tierras americanas. Además, el gol de Mario Götze, que les dio el título a los teutones permitió que Brasil 2014 igualara a Francia 1998 como el Mundial con más goles de la historia con 171 tantos.
Por primera vez ocho selecciones americanas llegaron a octavos de final de un Mundial: Brasil, México, Uruguay, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Argentina y Chile.
¿Quizás alguno de ellos logre coronarse campeón en Rusia 2018? Nos vemos allí en la XXI edición de la Copa del Mundo.
