Las 'viudas negras' del Cáucaso, una bomba que hay que desactivar

© NewsTeam / Acceder al contenido multimediaLa terrorista suicida que detonó una bomba en la estación de metro “Lubianka”, fue identificada como Jenet Abdurajmanova, de 17 años, esposa del ya fallecido líder de la guerrilla daguestaní, Umalat Magomedov.
La terrorista suicida que detonó una bomba en la estación de metro “Lubianka”, fue identificada como Jenet Abdurajmanova, de 17 años, esposa del ya fallecido líder de la guerrilla daguestaní, Umalat Magomedov. - Sputnik Mundo
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La explosión de un autobús en Volgogrado (sur de Rusia), perpetrada el pasado 21 de octubre supuestamente por una mujer suicida, reiteró que la banda terrorista no piensa renunciar a uno de sus métodos más sanguinarios, que utiliza tanto contra uniformados como civiles y tanto en el Cáucaso como en el resto de Rusia, incluida Moscú.

Nabi Abdullaev, RIA Novosti

La explosión de un autobús en Volgogrado (sur de Rusia), perpetrada el pasado 21 de octubre supuestamente por una mujer suicida, reiteró que la banda terrorista no piensa renunciar a uno de sus métodos más sanguinarios, que utiliza tanto contra uniformados como civiles y tanto en el Cáucaso como en el resto de Rusia, incluida Moscú.    

Las ‘viudas negras’ -esposas, hermanas, hijas o sobrinas de terroristas muertos- convirtieron a principios de los 2000 a la insurgencia islamista del Cáucaso del Norte en uno de los frentes de la yihad (guerra santa) global y resultaron ser un arma muy eficaz de los terroristas de las repúblicas de Chechenia y Daguestán, en el Cáucaso ruso, pues resulta casi imposible impedir semejantes atentados.

Según cálculos del profesor Richard Pape de la Universidad de Chicago, el promedio de víctimas mortales en cada ataque perpetrado por terroristas suicidas en el período de 1998 a 2001 asciende a 13 personas. Las mujeres suicidas provenientes de la región del Cáucaso han perpetrado -solas o en grupos- 20 atentados desde junio de 2000, cuando tuvo lugar el primero de este tipo, hasta el pasado 21 de octubre. En ellos han perdido la vida unas 781 personas.

© NewsTeam / Acceder al contenido multimediaJenet Abdurajmanova, autora del atentado suicida con explosivos en la estación del metro capitalino “Lubianka”, con su marido.
Jenet Abdurajmanova, autora del atentado suicida con explosivos en la estación del metro capitalino “Lubianka”, con su marido. - Sputnik Mundo
Jenet Abdurajmanova, autora del atentado suicida con explosivos en la estación del metro capitalino “Lubianka”, con su marido.

Cómo la mujer se convierte en arma del terror

Los atentados terroristas con la participación de mujeres suicidas empezaron a perpetrarse menos de un año después del comienzo de la segunda operación antiterrorista en Chechenia, en 1999. Muchos expertos de Rusia y Occidente atribuyeron el fenómeno al trauma psicológico. Con el paso del tiempo ha quedado claro que este trauma no es el factor principal de los ataques suicidas de las mujeres.

Se trata de acciones bien preparadas.

La primera operación antiterrorista que se llevó a cabo en Chechenia de 1994 a 1996 fue mucho más sangrienta y cruel que la segunda, pero durante aquella campaña no hubo ataques suicidas de mujeres. Las ‘viudas negras’ tampoco se hicieron ver durante los cinco años que siguieron al ataque al colegio de la ciudad noroseta de Beslán en 2004, en el que participaron  dos mujeres suicidas y que costó la vida a 331 personas. Parece poco probable que su desesperación y el trauma psicológico se hayan disipado durante aquel período.

Los atentados terroristas con participación de mujeres suicidas se reanudaron en 2010 en la república de Daguestán, que tiene frontera común con Chechenia. Todas las mujeres que se inmolaron en los seis atentados suicidas perpetrados desde entonces eran de origen daguestaní.

Tras la tragedia en Beslán, las fuerzas de operaciones especiales lanzaron una amplia ofensiva contra los insurgentes chechenos, que sabían usar a las mujeres como terroristas suicidas. Varios años después, los respectivos conocimientos empezaron a difundirse en Daguestán.

© Sputnik / Natalia Lvova / Acceder al contenido multimediaEl lugar del atentado terrorista en la escuela Nº 1 de Beslán, en Osetia del Norte.
El lugar del atentado terrorista en la escuela Nº 1 de Beslán, en Osetia del Norte. - Sputnik Mundo
El lugar del atentado terrorista en la escuela Nº 1 de Beslán, en Osetia del Norte.

tro argumento a favor de la hipótesis de que los ataques suicidas están coordinados por alguien es que en reiteradas ocasiones éstos se produjeron de manera simultánea, como el doble atentado terrorista en el metro de Moscú en 2010. Otros atentados fueron  perpetrados fuera de Chechenia y Daguestán como parte de operaciones terroristas de mayor envergadura, tales como la toma de rehenes en un teatro moscovita en octubre de 2002, ataque que protagonizaron 41 terroristas, incluidas 19 mujeres que llevaban cinturones con explosivos, y que se saldó con 129 víctimas mortales.

Es decir, todo indica la existencia de una organización que aprovecha la desesperación de las mujeres y dirige sus acciones.
Otros grupos que utilizan a mujeres-bombas, como por ejemplo algunos grupos palestinos,  solo recurrieron a ellas cuando las fuerzas de seguridad judías cerraron toda posibilidad de entrada en territorio israelí para los terroristas hombres.

En el Cáucaso del Norte a las mujeres las utilizaban desde el inicio, lo cual demuestra que los autores de los ataques ya de entrada habían optado por esta táctica.

Continuará….

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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