El Congreso del Pueblo Ingush, celebrado en la república norcaucásica rusa de Ingusetia el pasado 20 de abril, recomendó al Parlamento de la república renunciar a la elección directa del presidente.
El pretexto formal para convocar el Congreso era el conflicto de fronteras con la vecina Chechenia. Surgió el año pasado y hasta hace poco se ha reducido a un intercambio de duras declaraciones. Pero en vísperas del Congreso en la localidad ingush de Arshti se dio el primer enfrentamiento.
¿Operativo especial o mitin?
Ahora al representante del presidente de Rusia en el Distrito Federal del Cáucaso del Norte, Alexander Jloponin, le toca verificar qué fue lo que ocurrió realmente en Arshti. Según afirma Grozni, 300 efectivos de las fuerzas especiales y varios vehículos de combate entraron en el pueblo para llevar a cabo una operación de captura del líder islamista checheno Doku Umárov. Con los agentes llegaron a la localidad ingush varios altos cargos chechenos, entre ellos el viceministro del Interior, el gobernador del distrito Sunzhenski de Chechenia y algunos diputados a la Duma de Estado (cámara baja del parlamento ruso).
Las autoridades de Ingusetia aseguran que los chechenos se desplazaron hasta Arshti para organizar un mitin y convencer a sus habitantes de que voten para que su aldea pase a formar parte de Chechenia.
Al día siguiente después del incidente se reunió el Consejo de Seguridad de Ingusetia, que informó de que la confrontación entre los policías locales y los militares chechenos se saldó con seis heridos entre los agentes ingush, dos de los cuales fueron hospitalizados.
Los chechenos, a su vez, afirman que tuvieron que suspender el operativo especial a raíz de la intervención de la policía de Arshti ya que se perdió el efecto sorpresa. Algunos blogueros, entretanto, publican los testimonios de los aldeanos: los funcionarios chechenos dijeron a los habitantes de Arshti que el objetivo de su visita a la localidad era hablar con gente sobre la frontera administrativa entre las vecinas repúblicas norcaucásicas.
Vecinos molestos
Si era inevitable una confrontación, desde luego tuvo que ser en Arshti. El pueblo se encuentra ubicado en una zona montañosa tan mal comunicada que los aldeanos muchas veces tienen que ir a los pueblos de alrededor dando un rodeo por el territorio checheno a falta de carreteras.
Y, al revés, los chechenos tienen mucha facilidad para ir a Arshti desde, digamos, la ciudad de Bamut. Esta población de 6.000 habitantes, que está situada unos 50 kilómetros al oeste de Grozni (la capital chechena) junto a la frontera administrativa de Ingusetia, fue escenario de cruentos combates entre los secesionistas islámicos chechenos y las tropas federales rusas durante la guerra separatista de 1994 a 1996. Para recuperarse entre las batallas, los chechenos se retiraban a Arshti.
Esta vecindad no trajo a los aldeanos ingush más que problemas. Durante el conflicto armado en Chechenia Arshti en más de una ocasión sufrió ataques y bombardeos, ya que las montañas cubiertas de bosque eran un refugio ideal para los chechenos. Y lo siguen siendo.
En febrero de 2010, Arshti se convirtió en el centro de un escándalo cuando durante un operativo antiterrorista murieron cuatro civiles, según datos oficiales. Otros 18 abatidos eran integrantes de un grupo subversivo.
Las estadísticas revelan que el 91% de los 2.000 habitantes de Arshti son chechenos. Pero si atendemos a los factores étnicos, en este pueblo, al igual que en sus alrededores, vive un grupo subétnico que a lo largo de la historia se ha venido diferenciando tanto de los chechenos, como de los ingush.
Desde el punto de vista meramente geográfico, la zona que habita, a ambos lados de la frontera administrativa entre Chechenia e Ingusetia, está más cerca de los centros municipales chechenos y mejor comunicada con ellos. Pero cuando éstos, considerando el territorio de Arshti como propio, irrumpían en las casas de los vecinos, éstos no se mostraban muy solidarios ni contentos.
El 17 de abril Grozni rechazó las acusaciones de ese intento de organizar un mitin e insistió en que se trataba de un operativo especial, dando por justificado, sin ningún atisbo de duda, el hacerlo fuera de su propio territorio.
Un congreso fronterizo
Arshti es uno de los símbolos de la vieja disputa de fronteras checheno-ingush. El pueblo pertenece al fronterizo distrito histórico de Sunzhenski, que se sitúa a ambos lados de la frontera siendo disputado desde hace tiempo por las dos repúblicas norcaucásicas. Pero la situación de los vecinos de Arshti se complica debido a la ausencia de una buena comunicación terrestre con el resto de Ingusetia, de la cual forma parte oficialmente.
En marzo los parlamentarios chechenos volvieron a plantear la cuestión sobre la transferencia de Arshti a Chechenia. Unos días más tarde el actual líder ingush, Yunus-Bek Yevkúrov acudió al pueblo perdido en las montañas para prometer subvenciones. Los habitantes de las aldeas de alrededor aconsejan a los de Arshti aprovechar la situación y conseguir la financiación doble, al menos hasta que todo se aclare.
En realidad hay decenas de pueblos que Grozni reclama a Ingusetia. No fue casual, por lo visto, que el Congreso del Pueblo Ingush se celebrara en uno de ellos, Nesterovskaya.
Sus recomendaciones formalmente no son vinculantes, y se suelen convocar cuando el gobierno necesita apoyo. El 8 de septiembre, Ingusetia celebra las elecciones a la presidencia de la república, en las que Yevkúrov no tiene muchas posibilidades. No es de extrañar, por lo tanto, que el congreso recomendara al Parlamento renunciar a la elección directa del presidente y aprobara la decisión del líder actual de postularse como candidato.
La primera cuestión de la agenda del congreso fue el tema territorial. Pero sólo porque, para la suerte del presidente ingush, en vísperas se produjo el incidente que volvió a sacar a la luz el problema, que no es precisamente de fronteras.
Un blanco ideal
Las elecciones presidenciales en Chechenia seguirán siendo directas. Es difícil imaginar que el actual líder republicano, Ramzán Kadírov, pierda. Su estrategia política consiste en ampliar su influencia en la región. Y Yevkúrov es un blanco ideal.
La posición del presidente de Ingusetia se ve debilitada por la pérdida de popularidad y la desconfianza del Kremlin, que recibe de vez en cuando advertencias del enviado del presidente de Rusia en el Distrito Federal del Cáucaso del Norte.
Y en esto sucede lo de Arshti, dando una 'tinte alarmante' a la situación. Yevcúrov aprovecha la coyuntura y llama al Congreso a la unión y el patriotismo. ¿Cómo no iba a recomendar el foro lo que proponía el presidente?
LA OPINION DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
