Al regresar a casa tras lograr la victoria en el concurso de belleza Miss Rusia 2013, Elmira Abdrazákova, tuvo que afrontar críticas racistas.
En su cuenta personal de la segunda mayor red social rusa, VKontakte ('En contacto'), la chica más guapa del país leyó numerosos insultos que aluden a su pertenencia étnica: pues es una Miss Rusia que según algunos no es rusa.
Se podría atribuir esto a la problemática en torno a las redes sociales: con la llegada de Internet muchos "chiflados" pueden expresar su opinión impunemente sobre cualquier cosa. Pero, desgraciadamente, la realidad no es tan simple.
Sin contacto
Cuando Elmira Abdrazákova, la feliz ganadora del concurso de belleza Miss Rusia 2013 volvió -con la corona, 100.000 dólares y el coche nuevo- a su natal Mezhduréchensk, una pequeña ciudad siberiana, y abrió su cuenta en VKontakte, vio que además de las felicitaciones había muchos comentarios desagradables e insultantes. La idea principal se reducía a lo siguiente: "Se habrán agotado las bellezas en tierras rusas si Miss Rusia no es rusa". Pero dicho de forma mucho más grosera.
Elmira, de 18 años, estudiante de la Universidad de Novosibirsk (Siberia), una joven "discreta, encantadora e inteligente", según se refieren a ella los que la conocen, borró inmediatamente su página. Y se vio obligada a explicar en la rueda de prensa que es mestiza de madre rusa y padre tártaro.
"Vivo en un país multiétnico y no veo que sea nada raro. La segunda ganadora del concurso, Irina tampoco es 100% rusa [es de Kalmukia, república en el sureste de la parte europea de Rusia]. Estamos en el siglo XXI, hay que ser más tolerantes", dijo la muchacha a los periodistas.
Ojalá Elmira se olvide pronto de este feo episodio como de una pesadilla, tiene por delante un gran camino. Pronto tomará parte en los concursos Miss Mundo y Miss Universo, donde la diversidad de la belleza humana aún es valorada, y la rara combinación de los ojos azules de Elmira y sus rasgos orientales heredados de su padre, seguirá causando sensación.
La joven dijo una cosa muy acertada: Tenemos libertad para expresar cualquier opinión y pensamiento, que a veces resultan chocantes.
Durante el pasado fin de semana los usuarios masculinos de Facebook discutían los méritos y los defectos -éstos últimos con más frecuencia- de las participantes del certamen Miss Rusia 2013. Es un fenómeno, por cierto, característico de nuestros tiempos, antes a los hombres les daba más reparo criticar a las mujeres guapas, sobre todo públicamente.
Pero además de eso, en lugar de concentrarse en los labios y las nalgas, estos conocedores de belleza femenina empiezan a "reflexionar" sobre la pertinencia étnica de las participantes. "¿Esta es la nueva cara de Rusia? ¿Dónde la encontraron, en Tayikistán?", así son los comentarios menos ofensivos al respecto.
Podemos, desde luego, seguir pensando que todo sigue igual que antes de aparecer las redes sociales. Sólo que ahora los marginados sociales, que antes se quedaban en la sombra, se hacen oír en el espacio virtual. Basta con borrar la cuenta en VKontakte y bloquear el acceso a los 'locos' en Facebook para regresar a una realidad sana donde este tipo de opiniones son imposibles. Porque, al fin y al cabo, estamos en el siglo XXI.
Ojalá fuera así… Pero lo que hace unos años se consideraba una señal de marginalidad, ahora se ha legalizado, al menos en el mundo virtual.
Las mujeres emblemáticas de nuestra época
En esta situación las bellezas rusas asumen un papel un tanto inusual, por decirlo de alguna manera. De repente las chicas guapas se ven en primera línea de combate.
Podría pensarse que los escándalos en torno a los concursos de belleza se producen por cosas como dinero, pequeñas intrigas, envidias… Hasta hace poco fue así.
Los casos más sonados fueron la detención de Miss Rusia 1998 en Nueva York por posesión de drogas y cuando la participante rusa de Miss Universo 2010 salió al escenario con el bikini de una talla más grande que la suya.
Pero a partir de entonces para las bellezas rusas se acabaron los tiempos tranquilos.
El primer 'ataque' lo lanzó Natalia Perevérzeva, coronada Miss Moscú en 2010 y Belleza de Rusia en 2011. En el certamen internacional de Miss Tierra 2011, la joven, en lugar de sonreír y pestañear, planteó una crítica mordaz de la situación en Rusia, "despedazada sin piedad por hombres codiciosos y gente deshonesta”. En su discurso la joven afirmaba también que en el país que había vencido al fascismo nazi “florece el nacionalismo”.
Esta actitud de Perevérzeva dejó escandalizada a la comunidad internauta rusa y a la sociedad en general. Menos mal que su pelo rubio y los rasgos eslavos no daban lugar a dudas sobre su origen, así que la indignación de los 'patriotas' se canalizó en unas críticas por sacar a relucir los trapos sucios. Aunque también la acusaron de haberse vendido al Departamento de Estado de EEUU y la oposición rusa.
En todo caso, el caso de Elmira Abdrazákova pone de manifiesto que Natalia Perevérzeva tenía razón, al menos en lo que se refiere al nacionalismo.
Si un concurso de belleza provoca esta reacción entre una gran parte de la sociedad, es un síntoma. Y lo suyo sería que alguien más, junto a las bellezas, hiciera frente al problema. Porque si no, no tardarán en cumplirse los pronósticos de Albert Einstein, quien dijo: "No sé con qué armas se luchará en la Tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la Cuarta Guerra Mundial: piedras y palos"…
Parece que en las redes sociales la cuarta Guerra Mundial ya ha estallado.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
