Rusia y EEUU aparcan el desarme nuclear

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Las negociaciones entre Moscú y Washington sobre desarme nuclear se vieron en un atolladero.

Las negociaciones entre Moscú y Washington sobre desarme nuclear se vieron en un atolladero.

Los recientes comentarios de la subsecretaria de Estado de EEUU para el control de armamento y seguridad internacional, Ellen Tauscher, ponen en evidencia que EEUU no está dispuesto a cambiar drásticamente su postura en este ámbito. Las prioridades relacionadas con la política nacional y la visión estratégica global en materia de seguridad y defensa son más importantes  para la Casa Blanca que el desarrollo de la cooperación con Rusia.

Tauscher anunció que las negociaciones sobre la reducción de las armas estratégicas y tácticas se posponen a un momento más idóneo. Hace un año, muchos analistas mostraron su preocupación por la situación sin precedentes que tuvo lugar tras la conclusión del Tratado START-3 en abril de 2010 en Praga.

Desde la década de los setenta, una vez firmado un tratado en el ámbito de desarme, los expertos solían iniciar consultas preliminares sobre las líneas básicas del nuevo documento.

Pero a pesar del ‘reinicio’ de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, las partes no han iniciado las consultas sobre el hipotético tratado START-4, sino que en su lugar se vieron inmersos en una amalgama de intereses mutuos y de crecientes contradicciones. Moscú considera inaceptable la práctica de EEUU de ‘hechos consumados’ en lo que se refiere al escudo antimisiles en Europa, mientras que el Senado estadounidense declaró que estaba dispuesto a continuar el diálogo sobre el desarme nuclear sólo después de que se consiguiera llegar a una fórmula de compromiso con Rusia respecto a la reducción de armamento nuclear táctico.

Ellen Tauscher anunció que Rusia y EEUU acordaron iniciar en 2012 las consultas sobre un amplio abanico de temas, incluido el escudo antimisiles y la estabilidad estratégica, pero dio a entender que el proceso se encuentra todavía en su fase inicial.

Hace poco, Rose Gottemoeller, la secretaria de Estado adjunta de EEUU para el Control de Armas, dijo a RIA Novosti que Moscú y Washington tienen la intención de comenzar el proceso de negociaciones, pero todavía ninguna de la partes está preparada para estas.

Las reservas internas se han agotado


Tanto Rusia como EEUU tienen varios motivos para seguir posponiendo las negociaciones. Ellen Tauscher expresó la esperanza de que tras las presidenciales en Rusia y en EEUU las negociaciones sobre el desarme avancen con más éxito. Tauscher cree que no se debe esperar que Washington dé pasos importantes por este camino hasta que el nuevo presidente de EEUU tome posesión del cargo en 2013. Además, Washington no sabe hoy por hoy con quién deberá continuar el diálogo tras las elecciones presidenciales en Rusia, que se celebrarán el próximo 4 de marzo.

Durante los últimos meses, se han producido importantes cambios en la arena política rusa y ningún experto puede pronosticar con certeza cómo se desarrollarán los acontecimientos en el país tras los comicios presidenciales.

Mientras tanto, los asuntos internos seguramente ejercerán un gran influencia en la postura de Moscú en lo que se refiere a aspectos importantes de la seguridad internacional, especialmente, en el contexto de las crecientes discrepancias con EEUU que frenaron el “reinicio” de sus relaciones y provocaron una retórica hostil de ambas partes.

Parece asimismo que la actual administración estadounidense ha agotado sus posibilidades de buscar fórmulas de compromiso en el ámbito de la estabilidad estratégica y el desarme nuclear.

Los senadores opositores de EEUU últimamente están tan irritados que ralentizan la aprobación de casi todos los proyectos.

El escudo antimisiles de EEUU en Europa y las prioridades

Los conflictos internos no son la única causa por la que EEUU deja pendiente el proceso de negociaciones con Rusia sobre el desarme nuclear. Existe un factor más importante que complica la búsqueda de fórmulas de compromiso en los asuntos de la agenda bilateral, en la que los planes de EEUU de un despliege del sistema de defensa antimisiles en Europa suponen el principal escollo.

Es una cuestión de prioridades. El mundo ya dejó de ser bipolar y de estar marcado por la intensa rivalidad entre Moscú y Washington. A diferencia de la Unión Soviética, Rusia atrae menos atención de EEUU. Existen muchos problemas que Washington considera mucho más importantes, como el creciente papel de China en la región Asia-Pacífico, el caos en Oriente Próximo, el terrorismo internacional, etc.

Así las cosas, el Departamento de Estado de EEUU no considera necesario tomar medidas urgentes para responder al descontento manifestado por el

Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia. El problema del escudo antimisiles de EEUU en Europa lo pone en evidencia:
Washington está llevando a cabo un proyecto que considera importante sin tener en cuenta los intereses ajenos.

EEUU mantiene una postura pragmática en base a la cual si sus acciones preocupan a un país, este debe ofrecer algo a EEUU a cambio de las garantías o adaptarse a la nueva realidad creada por EEUU.

Mientras tanto, Moscú sigue exigiendo a la OTAN garantías jurídicas de que el escudo antimisiles no apuntará a Rusia. Pero Washigton se niega a proporcionar dichas garantías.

“Nunca facilitaremos un documento vinculante, no puedo hacerlo. No podría conseguir que fuera ratificado. Incluso si quisiera dudo que lo lograse. Rusia quiere estar segura de que futuros Gobiernos de EEUU respetarán las promesas de Obama, algo que es imposible de asegurar”, señaló Ellen Tauscher.

Es curiosa la mención a que una futura administración de EEUU pueda incumplir las promesas de Obama, ya que Rusia no exige promesas sino compromisos adquiridos en un tratado internacional. Sucede que la Casa Blanca no tiene intenciones de lograr acuerdos con Rusia en materia del desarme nuclear durante los próximos 12 meses.

Y esto también evidencia que los asuntos internos son hoy por hoy mucho más importantes para EEUU que el desarrollo de la cooperación con Rusia. Washington sigue realizando sus planes hacia el despliege del escudo antimisiles en Europa.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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