Historia del Teatro Académico Estatal Bolshoi de Moscú

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La fecha de la fundación del Teatro Bolshoi de Moscú es considerado el 28 de marzo de 1776, cuando el famoso mecenas y Fiscal de Moscú, príncipe Pyotr Urúsov, recibió el permiso del zar para “mantener… todo tipo de espectáculos teatrales”.

La fecha de la fundación del Teatro Bolshoi de Moscú es considerado el 28 de marzo de 1776, cuando el famoso mecenas y Fiscal de Moscú, príncipe Pyotr Urúsov, recibió el permiso del zar para “mantener… todo tipo de espectáculos teatrales”. Urúsov y su socio Mijaíl Médox formaron en la capital rusa una compañía permanente con los actores de la compañía teatral de Moscú, los graduados de la Universidad de Moscú y los siervos.

Inicialmente el Teatro no disponía de un edificio propio y por ello los espectáculos se representaban en una casa particular en la calle Známenka. En 1780 el llamado Teatro Médox se instaló en el edificio para él diseñado por el arquitecto Christian Rosbergán y levantado en tan sólo 5 meses en el lugar del actual Teatro Bolshoi. Para poder construir el edificio Mijaíl Médox compró una parcela de tierra en el inicio de la calle Petrovka.

La fachada principal del teatro daba a Petrovka y estaba desprovista casi por completo de elementos decorativos, mientras que la sala de espectáculos con sus filas de palcos y un patio de butacas en ascendente estaba decorada con lujo. Debido al nombre de la calle el Teatro pasó a llamarse Petrovski.

Aquel edificio fue destruido por un incendio en 1805 y las ruinas calcinadas permanecieron intactas hasta 1815, cuando por disposición del Imperador Alejandro I fue iniciada la reconstrucción de la plaza delante del Teatro que recibiría posteriormente el nombre de Teatrálnaya. El arquitecto moscovita Osip Bovet hizo el proyecto de una plaza espaciosa y rectangular con casas del mismo estilo. En la parte norte de la plaza estaba prevista la construcción de un nuevo edificio del Teatro.

La Academia de Bellas Artes celebró un concurso pertinente, en el cual ganó el proyecto del arquitecto de San Petersburgo, Andrei Mijáilov. Proponía la típica solución del estilo imperio: un rectángulo con un pórtico jónico de 8 columnas en la fachada con la parte intermedia elevada y decorada con la cuadriga de Apolo en el nicho formado por un arco.

Osip Bovét retocó considerablemente el proyecto de Mijáilov, diseñó una solemne decoración y una original construcción de la sala de espectadores, cambiando al mismo tiempo las proporciones de todo el edificio y haciéndolo más bajo. Dejó el revestimiento con piedras en estilo rústico que en el proyecto original cubría todas las paredes, sólo en el tercio inferior del edificio. El Teatro recibió el nombre del Gran Petrovski, es decir, Bolshoi Petrovski.

Su inauguración se celebró el 18 de enero de 1825. La gente no tardó en bautizar el edificio como Coliseo. Los espectáculos allí representaban gozaban inevitablemente de gran éxito, reuniendo a la flor y la nata de la alta sociedad capitalina.

El Teatro fue sujeto a modificaciones en dos ocasiones: en 1843, cuando de acuerdo con el proyecto del arquitecto Alexandr Nikítin fue modificada la ubicación de los palcos y los capiteles jónicos originales fueron sustituidos por unos del mismo estilo pero de un aspecto más arcaico, y en 1847, cuando fue modificada la planificación de los espacios técnicos.

El 11 de marzo de 1853 en el Teatro, por motivos desconocidos, empezó un incendio que duró dos días. La humareda negra que flotaba sobre la plaza Teatrálnaya se veía por toda la ciudad. El fuego devoró los trajes, el decorado, los archivos de la compañía, parte de la biblioteca de partituras, instrumentos musicales únicos y dañó el edificio, destruyendo todo menos las paredes de carga y las columnas de la fachada frontal. Lo que menos daño sufrió fue el pórtico del teatro que daba a la calle Petrovka.

El proyecto de la reconstrucción del Teatro fue diseñado por el arquitecto de San Petersburgo Albert Kavos, todas las obras del cual se caracterizaban por grandiosidad y por armonía de todos los elementos, así como por un lujoso decorado y unas impecables características acústicas de la sala de espectadores. Las paredes y las columnas del pórtico sirvieron de base para la reconstrucción del edificio. 

Kavos introdujo serios cambios en la decoración de la fachada principal del Teatro: en las paredes laterales lisas aparecieron ventanales falsos decorados por cuatro pilastras, entre las columnas exteriores del pórtico fueron abiertos nichos para dos estatuas. Las ventanas de la segunda planta que en el proyecto de Mijáilov – Bovet se cerraban con arcos cubiertos de ornamento, en el proyecto de Kavos fueron decoradas por pilastras laterales con consolas y cornisas. El orden jónico de las columnas del pórtico fue reemplazado por el compuesto. Las fachadas en general fueron decoradas en el estilo de Neoclasicismo.

Importantes modificaciones sufrió también la parte superior de la fachada principal: encima del pórtico apareció otro frontón y las paredes fueron revestidas con piedras rústicas.

La cuadriga de Apolo, hecha en alabasto que decoró el teatro de Bovet, fue destruida en el incendio. Para sustituirla, Kavos acudió al famoso escultor ruso Pyotr Klodt (1805-1867), quien creó el mundialmente conocido hoy grupo de Apolo de una aleación de metal galvanizado con cobre rojo. El tamaño de la escultura superó la anterior en 1.5 metros, alcanzando 6.5 metros de altura. Se instaló en un zócalo y se desplazó hacia hacia adelante.

Se optó por no recuperar el nicho del arco enfrente del cual había estado instalada la cuadriga, sustituyéndolo con un cinturón de trece ventanas alternadas con pilastras planas.

La planificación general de los espacios destinados al uso de los espectadores fue conservada, sin embargo, los interiores fueron modificados: se reconstruyeron las escaleras principales y se cambió todo el sistema de escaleras laterales, cambió de sitio el guardarropa que antes había estado situado encima del anfiteatro del patio de butacas y se amplió la sala de espectadores.

La sala de espectadores del teatro tenía una acústica impecable. Kavos creía que la planificacón óptima era igual a la forma de un violín. De acuerdo con sus planes y cálculos, fue reconstruida la pared de la sala, se agrandó el arco de portal del escenario, se agrandó y se ensanchó el foso de la orquesta, en cuya estructura se usó una caja de madera. Preciamente con el objetivo de mejorar las condiciones sonoras, en las estructuras de la sala y en su decoración se recurrió a la madera. De este material estaban hechos el plafón y el suelo del patio de butacas, los paneles que decoraban las paredes, los balcones y en el suelo del patio de butacas. La decoración de la nueva sala de espectadores y del foyer se atenía al mismo estilo, impresionando a los visitantes de aquella época por su lujo.

El escenario contaba con un telón que subía y bajaba, cuya fabricación había sido encargada por Davos a un catedrático de la Academia Imperial Bellas Artes de San Petersburgo. Siguiendo la tradición italiana de elegir para el telón los episodios de la Historia de la ciudad donde estaba situado el teatro, el telón del Bolshoi representa la entrada en Moscú de Kuzma Mínin y del príncipe Dmitri Pozharski después de que las tropas polacas fuesen forzadas a abandonarla.

La sala, el tamaño de la cual fue respetada por Kavos y mantiene en la actualidad un aspecto muy semejante al original, tenía un aforo de 3.000 personas.

El 20 de agosto de 1856, en presencia de la familia real, el Teatro Bolshoi reconstruido por Kavos fue abierto al público.

Después de aquella obra fundamental el Teatro se sometió a varias modificaciones más.

En el Teatro construido según el proyecto de Kavos, faltaban espacios para guardar el decorado y en 1859 el Arquitecto Niquitin hizo el proyecto de un edificio de dos plantas adyacente a la fachada norte, después de la realización del cual en los años 70 del siglo XIX todas los capiteles del pórtico norte quedaron tapadas. Y en los años 90 del siglo XX al dicho edificio auxilar fue añadida otra planta, aumentando de esta manera la superficie útil. Después de todas las modificaciones hechas por Kavos el el histórico pórtico de la fachada trasera acabó siendo parte del patio interior del Teatro.

En 1893 en las superficies exteriores e interiores del Teatro aparecieron grandes grietas. El examen de los cimientos del edificio (igual que la mayoría de los edificios de la Plaza Teatrálnaya, el Bolshoi fue construido sobre estacas) reveló que, debido a la bajada del nivel de las aguas subterráneas, la parte superior de las estacas se pudrió, lo que llevó a un significativo asentamiento del edificio y a la aparición de las grietas. En los años 1895 y 1898 se realizaron las obras de refuerzo de los fundamentos, lo que paró temporalmente el proceso del deterioro del edificio.

En 1921 una comisión especial examinó el edificio del Teatro Bolshoi y detectó un estado alarmante de la pared semicircular de la sala de espectadores que servía de base para las bóvedas de los pasillos de los niveles superiores y de las principales estructuras de la sala. Apoyada sobre unos cimientos poco macizos no aguantaba el peso de las estructuras de la sala y de los pasillos, formándose grietas a lo largo de los seis niveles de balcones. La estructura de las bóvedas estaba tan deteriorada que los ladrillos se soltaban y se caían. La deformación de las estructuras hizo torcerse las barandillas de los balcones de los palcos, donde también se inclinaron los suelos. El peligro de la destrucción completa de la sala de espectadores era tan evidente, que enseguida se procedió a urgentes trabajos antiavería. Debajo de la sala de espectadores por iniciativa del arquitecto e ingeniero Iván Rérberg fue colocada una plataforma de hormigón sobre una base central, del aspecto de una seta. Sin embargo, el hormigón estropeó la acústica.

Para los años 90 del siglo XX el edificio estaba en condiciones decrépitas. El Teatro se encontraba en un estado de ruina constructiva y decorativa. En el edificio coexistían los elementos de los tres teatros, cuyos cimientos se encontraban a niveles diferentes, por lo que en los cimientos, en las paredes y en los interiores empezaron a aparecer grietas. Las filas de ladrillos de las fachadas y las paredes de la sala de espectadores, igual que el pórtico principal, se hallaban en un estado desastroso. Las columnas se habían inclinado unos 30 cm en relación al eje vertical. Esta inclinación, en realidad, se había detectado a finales del siglo XIX y no dejó de aumentar. Estas columnas hechos con bloques de piedra blanca han requerido “tratamiento” durante todo el siglo XX, dado que la humedad les provocaba visibles manchas negras a la altura de hasta 6 metros.

En el año 1993 el Gobierno de Rusia aprobó la Disposición sobre la reconstrucción del complejo de edificaciones del Teatro Bolshoi y el 2 de julio de 2005 el histórico edificio del Bolshoi cerró para la obra de reconstrucción.

La reconstrucción del edificio principal del Teatro constituyó un proyecto colosal realizado a nivel mundial que permanecía bajo la intensa atención del Estado y de los círculos sociales. En otoño de 2009, después de un largo período de preparación, el edificio del Teatro Bolshoi de Moscú, algunos elementos del cual habían registrado un desgaste de hasta 70%, fue instalado sobre cimientos sólidos. La reconstrucción del Teatro empezó.

Durante la obra fue reconstruido por completo el aspecto histórico del edificio, además del vestíbulo principal, el foyer Blanco y las salas de coros, de exposiciones, la redonda y la Beethoven. Después de la reconstrucción la sala de espectadores y parte de los recintos recuperaron el aspecto concebido por Albert Kavos.

Recuperaron también su aspecto original las fachadas del Teatro. La superficie del Bolshoi aumentó dos veces: se aprovechó el espacio subterráneo, acondicionándolo para las necesidades del Teatro, sin que cambiara por ello su exterior. El Bolshoi recibió, además de recintos de uso técnico y de servicio, una sala de conciertos y ensayos, situada debajo de la Plaza Teatrálnaya.

Un importante reto consistió en combinar los métodos estrictos y científicos de la reconstrucción en una zona histórica con la instalación del equipo técnico más moderno en la zona del escenario y nuevos recintos del Teatro. Una especial atención se prestó a la recuperación de las legendarias condiciones sonoras de la sala de espectadores. Se recurrió a la ayuda de expertos de prestigio internacional, para que llevaran a cabo numerosos estudios acústicos y controlaran el cumplimiento de todas las recomendaciones técnicas.

El proyecto incluyó las soluciones más modernas en la esfera de la mecanización del escenario. Se instaló equipo especial en el edificio principal del Teatro Bolshoi y en la nueva sala subterránea destinada a conciertos y ensayos. Se hizo posible la creación de los espectáculos más modernos y complicados, mientras que el equipo técnico permitía cambiar el decorado en cuestión de minutos. En el marco de la obra fue reconstruido también la Casa Jomiákov, monumento arquitectónico de la primera mitad del siglo XIX, transformado en un edificio administrativo.

Según manifestó el ministro de Cultura de Rusia, Alexandr Avdéev, los costos de la restauración superaron 20.000 millones de rublos (cerca de 665 millones de dólares).

La apertura del escenario principal del Teatro Bolshoi se celebró el 28 de octubre de 2011.

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