La Unión Aduanera entre Rusia, Kazajstán y Bielorrusia tiene algunos puntos débiles

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A partir del 1 de julio, Rusia, Kazajstán y Bielorrusia suprimieron las fronteras aduaneras, lo que representa la primera etapa para la creación del Espacio Económico Comunitario que, según se planea, será realidad a principios de 2012.

A partir del 1 de julio, Rusia, Kazajstán y Bielorrusia suprimieron las fronteras aduaneras, lo que representa la primera etapa para la creación del Espacio Económico  Comunitario que, según se planea, será realidad a principios de 2012.

Aunque tanto Moscú, como Astaná y Minsk son conscientes de que ninguna de las tareas será fácil.

Rusia sigue teniendo recelo respecto a las posibilidades de Kazajstán de frenar el flujo del contrabando (no sólo de mercancías sino también de drogas) a través de sus fronteras con China y con Kirguizistán.

El problema del contrabando amenaza el mercado interior de la Unión Aduanera. Lo evidencia es reciente escándalo alrededor de la destitución del presidente del Comité Aduanero de la República de Kazajstán y el arresto de los miembros de un grupo criminal que controlaba los puntos fronterizos “Jorgos” y “Kalzhat” (en la frontera con China).
Tras el incidente, Kazajstán, a pesar de la reacción negativa de Bishkek, reforzó el control aduanero en la frontera con Kirguizistán.

En cuanto a Bielorrusia, su presidente Alexandr Lukashenko declaró que cuenta con que la formación del Espacio Económico Comunitario contribuya a solucionar una serie de controversias en el funcionamiento de la Unión Aduanera.
En primer lugar, se refirió al equitativo acceso a los oleoductos y gasoductos y las tarifas iguales por transporte de hidrocarburos no sólo desde Rusia sino también desde Kazajstán.

Por cierto, algunos representantes oficiales de este país creen que es más rentable refinar el petróleo de Kazajstán en Bielorrusia. Tanto más que el valor de las importaciones de los derivados de petróleo kazajo al país eslavo ascendió el año pasado a 313 millones de dólares, lo cual supera 5,4 veces el del año anterior.

No obstante, en Kazajstán se agudizan las discrepancias en torno a la profundización de la integración de los tres países miembros de la Unión Aduanera.

Los optimistas consideran que, gracias al Espacio Económico Común, se va a crear un mercado colosal de 170 millones de personas, y esto, sin duda, será beneficioso para las empresas nacionales.

Según los cálculos, La Unión Aduanera permitirá a los tres países miembros aumentar el PIB más de un 15% para el año 2015. El beneficio total de Rusia será de unos 400 mil millones de dólares, para Bielorrusia y Kazajstán, más de 16 mil millones.

Otro factor positivo es la formación de mercados de libre circulación de servicios y mano de obra. Es que actualmente los ciudadanos kazajos que viajan a Rusia y los rusos que van a Kazajstán están obligados a registrarse aun si su estancia es corta. Mientras los ciudadanos de Ucrania, que no forma parte de la Unión Aduanera, pueden encontrarse en el territorio ruso durante 90 días sin necesidad de registrarse. También Rusia y Bielorrusia tienen acordado el régimen laboral especial que no contempla la tramitación de permisos de trabajo para sus ciudadanos.

En cuanto a los pesimistas de Kazajstán, son, en primer lugar, la gente normal que tiene una idea muy vaga de los mecanismos de funcionamiento de la Unión Aduanera pero que en seguida se dio cuenta de la subida de precios. Esto se debe, en parte, a que los precios de combustibles y lubricantes dentro del país se están nivelando con los rusos. Es natural que la subida de los precios en este sector lleve al mismo resultado en otros.

En una situación complicada se vieron también los kazajos que se dedicaban a comerciar, por ejemplo, con China, o traían automóviles desde Alemania y EE.UU. para su venta en el país. Para muchos de ellos, la creación de la Unión Aduanera significa, en primer lugar, el incremento de los aranceles para la mercancía que entran en el país y entorpecimiento del procedimiento aduanero. No se descarta que la mayoría de estos “autoempleados”, según los clasifica la estadística oficial, pierdan su fuente de ingresos a partir del 1 de julio.

Mientras tanto, los expertos calculan que en Kazajstán actualmente hay unos 2,5 millones de “autoempleados”.

Los economistas kazajos, a su vez, intentan realizar una especie del análisis DAFO (acrónimo de Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas, es una metodología de estudio de la situación competitiva de una empresa en su mercado y de las características internas de la misma) de la Unión Aduanera.

Ellos comprenden mejor que nadie que en las condiciones del mercado global ningún estado sobrevivirá aislado. De modo que para Kazajstán es un proyecto económico, sobre todo. A diferencia de Rusia que tiene motivos geopolíticos y lucha por la región. No es ningúna revelación que uno de sus rivales muy fuertes en esto es China. Moscú pretende fortalecer sus posiciones en Asia Central a través de dos vertientes: la político-militar, que representa la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, y la económica, representada por la Unión Aduanera, a la que en un futuro podían ingresar Kirguizistán y Tayikistán. Por lo tanto la creación de esta última es, entre otras cosas, una herramienta para frenar la actividad económica china en Asia Central.

El “problema” de Kazajstán consiste en que la república está conectada con vínculos diferentes pero múltiples tanto a Rusia como a China. Aunque últimamente, a causa de los crecientes sentimientos antichinos, la sociedad kazaja mira más al vecino occidental. Además, el crecimiento del negocio ruso en Kazajstán se transforma automáticamente en el aumento de la influencia política de Rusia en el país.

No obstante, conviene señalar los “eslabones débiles” de la nueva organización regional tripartita. Como bien se sabe, para diseñar el proyecto de la Unión Aduanera y Espacio Económico Comunitario sirvió de ejemplo el modelo europeo de la integración económica. Sin embargo, resultó que este modelo tiene sus puntos débiles ocultos que salieron a la luz durante la crisis y el período.

Hace poco el centro de estudios «Centre for Economics and Business Research» declaró que la eurozona puede dejar de existir ya para el año 2013, ya que los recursos financieron se gastan con una velocidad vertiginosa en el apoyo de los países del grupo PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España, por sus siglas en inglés).

O sea, por más ayuda financiera que reciban estos países, algunos de ellos no podrán evitar la bancarrota. Es por eso que es sumamente importante tomar en cuenta todos los errores de la cooperación económica de los países de Europa  que brindó nuevas posibilidades para el desarrollo de la Unión Europea pero también aumento considerablemente el riesgo del “efecto alpinista” - cuando uno de los que van en la misma cuerda cae, puede arrastrar al abismo a los demás.

Una de las lecciones sería evitar una expansión extensiva de la Unión Aduanera y centrar los esfuerzos en la nivelación de las economías de los países miembros.

Los europeos intentaron hacerlo también pero, según se ve, el intento terminó en fracaso a raíz de la falta de control sobre las economías soberanas de los países miembros que se endeudaron hasta la coronilla. Es un problema pendiente para la Unión Aduanera ya que el potencial económico de Rusia, Bielorrusia y Kazajstán es claramente diferente.

Es más, el inicio de una crisis económica y financiera en Bielorrusia, que causó, entre otro, una rápida devaluación de la moneda nacional, amenaza con convertir al país en la “Grecia” de la Unión Aduanera.

De hecho, Bielorrusia ya recibió los 800 millones de dólares en concepto de la primera parte del crédito de estabilización del fondo anticrisis de la Comunidad Económica de Eurasia. En total, en los próximos tres años Minsk recibirá tres mil millones de dólares, mayoritariamente de los presupuestos de Rusia y Kazajstán. A cambio Moscú y Astaná esperan del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, unas reformas económicas reales y no cosméticas. Y no está muy claro cómo reaccionarán si el crédito no tiene efecto esperado y la crisis bielorrusa frena el funcionamiento enl Espacio Económico Comunitario.

Es por eso que hay que pensar más de una vez antes de aceptar el ingreso en la Unión Aduanera de las economías débiles de Kirguizistán y Tayikistán. Es muy poco probable que la cituación económica de estos dos países cambie ya que tanto Bishkek como Dushanbé pretenden recibir de la Unión más que entregar.

Mientras los residentes del gran territorio de la Unión Aduanera sopesan los pros y los contras del proyecto, lo importante es que entre ellos crezca el número de optimistas.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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