Alemania renuncia a la energía nuclear

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Alemania, la locomotora industrial de Europa, optó por renunciar a la energía nuclear en favor de otras fuentes energéticas: desde carbón, petróleo y gas hasta las fuentes renovables.

Alemania, la locomotora industrial de Europa, optó por renunciar a la energía nuclear en favor de otras fuentes energéticas: desde carbón, petróleo y gas hasta las fuentes renovables.

En la madrugada del 30 de mayo, tras haber discutido toda la noche, la coalición gobernante alemana acordó detener todas sus 17 centrales nucleares para el año 2022.

La avería de la central nuclear nipona de Fukushima provocó una ola de protestas en el Viejo Mundo y ningún partido, y menos el de Merkel, puede ignorar la opinión de los electores sobre todo ahora cuando el apoya es bajo.

El número cuatro

Alemania, la cuarta economía del mundo, produce del 23 al 25% de toda la energía que consume en reactores nucleares. Estos son datos de la Asociación Nuclear Mundial, que aglutina a compañías energéticas más importantes del mundo relacionadas con todas las fases del ciclo de producción, incluyendo la extracción minera del uranio, su conversión y enriquecimiento, así como la generación eléctrica de origen nuclear. Varias empresas rusas también son miembros de la Asociación.

Ocho de los reactores alemanes más antiguos fueron detenidos inmediatamente después del accidente en la planta japonesa Fukushima. Seis más funcionarán hasta 2021 y los tres más modernos, hasta 2022.

Los alemanes decidieron mantener una de  las plantas antiguas en "reserva" hasta  2013, para compensar un potencial déficit energético en invierno.

La decisión todavía está pendiente de ser aprobada por el Parlamento. Pero el resultado parece evidente ya que el acordado “apagón nuclear” es, en gran parte, una medida populista.

La reunión nocturna de la coalición gobernante de centro-derecha de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), la Unión Social Cristiana (CSU) y el Partido Democrático Liberal empezó el pasado fin de semana cuando en todo el país decenas de miles de alemanes salieron a la calle para protestar contra la energía nuclear y los riesgos que supone.

La nueva política energética de Berlín se terminará de formular y será aprobada en julio.

Cambio de rumbo

Alemania no es el primer productor de energía nuclear que decide renunciar a ella. Por cierto, los japoneses, “culpables” de esta “epidemia”, no lo han hecho. Renunciaron sólo a los planes de construir 14 nuevas plantas lo que elevaría el componente nuclear en el balance energético nacional hasta 50% en los próximos 20 años.

El potencial nuclear de Japón (54 reactores) será modernizado prestando especial atención a la seguridad de las plantas, y seguirá cubriendo el 30% de las necesidades energéticas del país.

La central de Hamaoka a 180 km al oeste de Tokio fue parada temporalmente, hasta que termine la construcción de una barrera antimaremoto de 12 metros de alto y un kilómetro y medio de largo.

La planta suministra energía a las fábricas más grandes de Toyota, así que desactivarla definitivamente tendría un costo muy alto para la economía nipona y mundial.

Una semana antes de la decisión de Alemania la energía nuclear perdió su atractivo también para Suiza, Italia, Tailandia y Malasia.

Los suizos renunciaron a construir tres centrales nuevas y decidieron clausurar las cinco existentes por fases para terminar desactivándolas en 2034.

El Parlamento nacional debatirá esta propuesta del gobierno en junio. Hasta el momento el 40% de energía en el país se produce en centrales nucleares.

No obstante, el apagón nuclear no afectará demasiado a Suiza. Primero, porque no es una potencia industrial. Y segundo, porque Berna planea reemplazar la energía nuclear por centrales hidráulicas.

Hasta ahora la mayor parte de ella Suiza exportaba a Italia y Francia pero suspenderá las exportaciones a causa del “cambio de rumbo”. Lo cual, sin duda, causará problemas a los franceses e italianos.

Italia, que no tiene ningún reactor propio, planeaba construir diez de una vez. Pero el referendo de 1987 obligó a abandonar estos planes, ¿qué otra cosa se podía esperar un año después del siniestro de Chernóbil? Ahora los precios de la energía eléctrica en Italia son los más altos entre los países europeos grandes.

Tailandia decidió revisar los planes de construcción de cinco centrales nucleares. Malasia también desistió de su propósito de producir energía nuclear.

Menos riesgo, más contaminación

Es difícil predecir cuántos países más seguirán el ejemplo de Alemania. Está claro, sin embargo, que las mayores potencias industriales y energéticas europeas no lo harán. Francia, que lidera en la generación de energía nuclear entre los países de la Unión Europea (75,2% del consumo nacional), y Gran Bretaña (18%) no planea abandonar la energía atómica.

Piensan modernizar las plantas y llevar a cabo una inspección general de las mismas. Los resultados de la inspección a nivel europeo, que arrancó el 1 de junio, se darán a conocer en abril de 2012.

Por cierto, Francia llegó a ser la primera potencia nuclear en Europa tras el cierre a principios de 2010 de la central nuclear de Ignalina en Lituania.

Los reactores de Ignalina producían  el 76,2% de toda la energía que se consumía en el país, es decir, Lituania tenía un punto más que Francia.

Sin embargo, la renuncia a la energía nuclear declarada por cualquier país no puede ser una decisión terminante. Los expertos dudan que se llegue a prohibir su uso para siempre por vía legislativa.

Y la paradoja de esta renuncia está en que, al abandonar la energía nuclear, Europa tendrá que afrontar un problema más complejo todavía – el de sustituirla con otras fuentes.

No existen de momento estrategias eficaces para la transición a las energías renovables a escala industrial. De modo que habrá que cubrir el déficit con gas y carbón.

Según los expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica, incluso utilizando las tecnologías más modernas y sostenibles sólo la moratoria nuclear de Alemania causará una emisión adicional de 25 millones de toneladas de CO2.

Hoy en día la potencia nuclear más grande del mundo, según el volumen de la energía generada, son Estados Unidos. Los siguen Francia, Japón, Rusia y Corea del Sur.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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