Las reuniones bilaterales fue lo más productivo en la cumbre del G8 en Deauville

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La cumbre del G8 celebrada en los días 26 y 27 de mayo en la ciudad francesa de Deauville no fue rica en sorpresas.

La cumbre del G8 celebrada en los días 26 y 27 de mayo en la ciudad francesa de Deauville no fue rica en sorpresas.

Los líderes de los ocho países más influyentes del mundo no adoptaron decisiones trascendentales, pero tampoco constataron desacuerdos ni ocurrió ninguna división, y esto, para el Grupo de los Ocho ya es un éxito.

Sobre todo si se tiene en cuenta lo caliente de los temas que tuvieron que tratar (basta mencionar el conflicto de Libia y las revoluciones árabes).

Aunque con respecto a la solución del conflicto en Libia, Rusia tiene un punto de vista propio y muy diferente al resto de países del grupo,  Moscú apoyó la declaración conjunta que estableció que Gadafi debe abandonar el poder al dejar de ser el único representante legítimo del pueblo de este país norafricano.

Es evidente que para hacer la anterior declaración no hacía falta ir hasta Deauville porque todos los gobiernos sin excepción ya estaban de acuerdo en ese asunto. Las discrepancias comienzan al momento de interpretar cómo debe ser el retiro de Gadafi y esas diferencias son importantes.

Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y la OTAN siguen empeñadas en bombardear el territorio libio hasta que Gadafi se rinda y colocar en su lugar a la “oposición democrática”, cuyos dirigentes, en su mayoría, son antiguos partidarios del líder actual.

 Esto es lo que actualmente hace la OTAN, mientras Rusia insiste en una solución política del conflicto con la participación de todas las partes involucradas y en conformidad con las resoluciones 1970 y 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU.

En Deauville la coalición antigadafi hizo un elegante gesto de cortesía hacia el presidente ruso Dmitri Medvédev ofreciendo a Moscú el papel del intermediario pacificador. Pero al mismo tiempo Londres y Washington acordaron intensificar la campaña contra Gadafi sin que nadie pudiera esclarecer cómo se compaginan la mediación rusa y la “pacificación de Gadafi” con métodos militares que se aplican independientemente, sin el consentimiento de Rusia.

 Así que la propuesta de esa mediación parece una simple jugada para aparentar que el grupo ha tenido en consideración la opinión de un miembro del G8.

Internet bajo control

Lo más concreto que discutieron los “Ocho” entre otros asuntos fue el futuro de Internet. Lo extraño es que apenas en esta ocasión la cumbre del G8 se interesó por la red y no antes.

Por lo visto, ese interés se debió más que todo al asunto de WikiLeaks“la primavera árabe”, que en ésta última las redes sociales sirvieron del “organizador  electrónico” de las manifestaciones de protesta.

Todos los participantes de la cumbre se pronunciaron por “la libertad” de Internet pero acordaron negociar con la comunidad internauta posibles medidas de la regulación estatal del espacio electrónico.

 En un foro especial en el marco de la cumbre, “Internet G8”, convocado por iniciativa del anfitrión, Nicolas Sarkozy, el grupo de los ocho invitó a los jefes  de buscadores y redes sociales más importantes exponer propuestas sobre métodos de regulación aceptables.

Sarkozy hablo de requisitos “mínimos” aunque se entiende que el minimalismo no es propio de ningún gobierno sobre todo cuando se trata de establecer algún tipo de control.

A propósito, el debate sobre el control de la red ya se perfilaba desde hace tiempo, pero esta fue la primera vez cuando se propuso abiertamente, entre otras cosas,  a un nivel tan alto.

Tal vez porque para una regulación “moderada” de Internet hace falta un esfuerzo común que permita elaborar normativas internacionalmente aceptadas.

De otra forma, cada uno de los países podrían empezar a actuar por su cuanta propia afectando la transparencia de los  canales electrónicos.

A partir de este año tales foros se celebrarán anualmente. Es imposible prever qué resultados tendrá esta iniciativa, pero difícilmente serán positivos. Cuando los gobiernos se ponen a “regular” los espacios de comunicación la mayoría de las veces termina poniendo rejas, cerrojos y prohibiciones tanto directas como indirectas.

 Un Internet que no esté sometido a la máquina burocrática irrita mucho a las estructuras del poder en todos los países del mundo. Así que su “regulación moderada” por parte de los gobiernos puede tener consecuencias mucho más serias de lo que parecen a primera vista.

Lo importante se habla a solas

En general, la cumbre de Deauville, como ya había sucedido antes, cosechó más resultados en las conversaciónes bilaterales que en las reuniones plenarias.

 Cuando los participantes se dividían de dos en dos y se retiraban para hablar sin testigos los resultados concretos eran inmediatos.
Así, por cierto, fue como al presidente ruso se le hizo la propuesta de mediar en el conflicto de Libia.

Además, en la reunión “a solas” entre Washington y Moscú se supo que los Estados Unidos ofrecen una recompensa de 5 millones de dólares por cualquier información sobre el paradero del líder del “Emirato del Cáucaso”, terrorista checheno Doku Umárov.

Umárov es una especie de Bin Laden ruso pero cinco veces más “barato”: porque la información sobre Bin Laden EEUU ofreció 25 millones.

 Eso también fue un gesto. Washington había incluido a Umárov en la lista de los terroristas internacionales el año pasado. Lo único nuevo es el monto de la recompensa. Y tiene pinta de ser un “regalo”, no demasiado caro pero concreto, de parte de Estados Unidos a Rusia ya que el “reinicio” de las relaciones bilaterales está declarado pero de momento sólo hay desacuerdos: el tratado START, el conflicto libio...

Sin embargo, cabe señalar que la cooperación entre los servicios secretos de EE.UU. y Rusia es, a veces eficiente aunque a veces también falla.

Y hay que recordar que los profesionales se entienden mucho mejor que los políticos y diplomáticos. Perfeccionar nuestras relaciones en este ámbito es mucho más fácil que ponernos de acuerdo con respecto a START o Gadafi.

La estrella de la cumbre fue, sin duda Sarkozy que dejó claro que su campaña electoral para los comicios del 22 de abril de 2012 ya había arrancado.

El ambicioso líder francés a veces se pasa cuando  declara que tiene solución a todos los problemas del planeta. Pero los demás colegas se lo perdonaron por haberles invitado a pasar unos días en ese paradisíaco rincón de Normandía que es Deauville.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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