Moscú, 19 de junio, RIA Novosti. Se acostumbra a creer que es peligroso exponerse a la radiación porque resulta letal en dosis elevadas y contribuye a tumores, si uno se expone crónicamente, pero el científico estadounidense Don Luckey dice que en pequeñas dosis puede ser provechosa para la salud.
"Si dejamos a un lado las creencias (...), se hace obvio que un incremento de la radiación ionizante puede proporcionar mucha salud", escribe este investigador, profesor emérito de la Universidad de Missouri, en un artículo publicado en International Journal of Low Radiation.
Las bajas dosis de radiación son capaces de minimizar las infecciones, prolongar notablemente la esperanza de vida y reducir la incidencia de tumores entre los jóvenes. También contribuyen a mejoras las defensas de nuestro sistema inmune, pues incrementan el número de los glóbulos blancos, así como la actividad de enzimas y la producción de anticuerpos.
"Es una lástima que buena parte de lo escrito en radiobiología implique recelos y regulaciones acerca de la exposición mínima posible sin que se interpretan la radiación como agente benefactor", señala Luckey.
Uno podría experimentar cierto déficit de radiación, lo mismo que pasa con la escasez de vitaminas u otros elementos nutricionales, sugiere el científico. Usar con fines medicinales pequeñas porciones de residuos radiactivos podría ser una solución sencilla a este problema.
