Moscú, 30 de enero, RIA Novosti. Irán ha anunciado que inicia los preparativos para el lanzamiento de su primer satélite. Sin embargo, muchos analistas internacionales tienden a ponerse escépticos ante la posibilidad de que Irán próximamente desarrolle su propio cohete-portador.
El ambicioso proyecto de Irán fue anunciado la semana pasada por el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Asuntos Exteriores del parlamento iraní Alaoddin Boroujerdi.
Por ahora el cohete más potente que se fabrica en Irán es el Shahab-3, con alcance de unos 1.600 kilómetros. Según expertos, un cohete de este tipo podrá poner en la órbita baja (a unos 150 kilómetros) un satélite ligero, que pese no más de unos 300 kilos.
Según los analistas norteamericanos, Irán no podrá desarrollar su propio misil balístico intercontinental antes de 2015 y hasta este plazo la más probable solución sería utilizar portadores extranjeros, sobre todo el misil balístico norcoreano BM-25, con alcance de unos 2.500 kilómetros. Aunque tal portador no podrá poner en órbita un satélite pesado, pero sí posibilitará a Irán desarrollar satélites de comunicación y espías con la vida útil de pocos meses en la órbita.
Dichos satélites pueden emplearse para crear una red de navegación local, hecho que podría disminuir la dependencia de Irán del sistema global GPS, así como solucionar tareas de comunicación, espionaje, previsiones meteorológicas y otras.
A juicio de analistas, Irán podría disponer de la fuerza real en el espacio sólo al tener una producción organizada de cohetes intercontinentales balísticos y aparatos espaciales, pero podría alcanzar este nivel industrial y tecnológico en unos 15-20 años.
