Moscú, 5 de enero, RIA Novosti. La corporación rusa OAK, nuevo grupo de construcciones aeronáuticas que fue instituido mediante un decreto de Putin en noviembre de 2006 y el cual integra a las principales empresas de este sector, se propone hacer competencia fuerte a Boeing y Airbus en el mercado interno. De aquí al año 2015, la OAK se ha propuesto vender a diversas aerolíneas rusas entre 1.100 y 1.800 máquinas, entre ellas, 440 aviones de rutas regionales Sukhoi SuperJet-100, siempre y cuando el Gobierno acepte avalar este plan con recursos presupuestarios por un importe de casi doce mil millones de dólares.
El Ministerio de Industria ruso pretende que la OAK sea la quinta en importancia empresa mundial de construcciones aeronáuticas, con un volumen de ventas que debe ascender de los actuales 2,5 a 7,5 mil millones dólares para 2015. Hacia finales del próximo año, la OAK habrá integrado a una veintena de empresas del sector, entre ellas, las seis principales plantas industriales y cinco prestigiosas oficinas de diseño, como Sukhoi, por ejemplo. El flamante grupo, participado al 90,1% por el Estado ruso, tendrá tres divisiones: aviación comercial, militar y de transporte.
Después del colapso de la Unión Soviética, la producción de la industria aeronáutica rusa bajó a los niveles de diez aviones comerciales al año, mientras que Airbus vendió 378 aviones solamente en 2005 y firmó contratos para la entrega de otros 1.111. Boeing produjo 290 aviones comerciales y se aseguró pedidos por 1.029 más. Conste que esas cifras no incluyen la producción de aviones regionales. En verano pasado, los ejecutivos de Airbus y Boeing anunciaron la intención de repartirse el mercado ruso en los próximos diez años.
Se contempla que en dos meses, la OAK va a presentar una estrategia del desarrollo a su Consejo de Administración, presidido por Sergei Ivanov, subjefe del Gobierno y ministro de Defensa ruso.
