El Tribunal Supremo de Israel ordenó evacuar la colonia y demolerla antes del 25 de diciembre porque se construyó en tierra palestina privada. Amona está considerada ilegal incluso por Israel. Según la ley internacional, todas las colonias judías en territorio palestino son ilegales.
La propuesta aceptada por los colonos estipula que se permitirá la instalación de unas cuantas familias de Amona en una colina muy cercana al actual emplazamiento, que también es tierra palestina, pero no privada.
El Gobierno israelí prometió que llevará a cabo "esfuerzos extras para maximizar el número de residentes que se puedan quedar en la colina".
Los representantes de los colonos de Amona que han negociado con el Gobierno israelí señalaron que decidieron "dar una oportunidad a la propuesta" para construir sus "casas y vidas aquí, en Amona"; y añadieron que continuarán "comprobando si el Estado cumple sus compromisos".
El acuerdo evitará un desalojo forzoso de los colonos por parte de las fuerzas de seguridad que se esperaba violento.
En los últimos días, numerosos activistas de extrema derecha israelíes, muchos de ellos colonos, se habían instalado en tiendas de campaña en Amona para enfrentarse a las fuerzas de seguridad que vinieran a evacuar a los colonos.