La Policía Metropolitana informó que el piloto les contactó tras un aterrizaje seguro en el Terminal 5 del aeropuerto. Nadie fue detenido, según la policía.
El vuelo procedía de Ginebra, con 132 pasajeros a bordo y cinco miembros de tripulación.
En British Airways dijeron que la aeronave Airbus A320 fue examinada y arreglada para que pudiera cumplir con otro vuelo tras el incidente.
El especialista en seguridad de vuelos, Steve Landells, confiesa que era una "cuestión de tiempo que un dron chocara con un avión, tomando en cuenta la cantidad de aficionados que usan drones sin tomar en cuenta los riesgos y las reglas".
Destacan que no es la primera vez que un dron choca con un avión en el cielo de Londres. Así, solo desde abril hasta octubre, en las cercanías de la capital inglesa sucedieron 23 casos, en los que los drones pasaron a apenas algunos metros de las aeronaves.
En el verano de 2015, la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido (Civil Aviation Authority) publicó las reglas de gestión de drones para los particulares. Según estas normas, el propietario de un dron debe mantenerlo a la vista, no volarlo más de 120 metros encima de la tierra y alejarse 150 metros de lugares públicos y de eventos. Los drones con cámaras no pueden aproximarse a una distancia de menos de 50 metros a las personas, edificios y carros. Está estrictamente prohibido utilizar drones cerca de los aeropuertos y aeródromos.
