Anteriormente el ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, aseguró que las acciones de Moscú en Siria consolidaban las posiciones de Daesh, el autodenominado Estado Islámico.
En esta misma línea se pronunció el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, al subrayar que "Moscú está acostumbrado a las acusaciones infundadas" de Occidente.
"Estamos habituados a las imputaciones inconsistentes que reflejan la preocupación de nuestros socios occidentales por la eficacia de la aviación rusa que coordina sus operaciones con la Fuerza Aérea Siria, cumpliendo las tareas planteadas ante la comunidad internacional", dijo Lavrov.
El canciller remarcó que su homólogo británico no mencionó observaciones concretas sobre la operación aérea que realiza Rusia en Siria.
Moscú lanzó el 30 de septiembre en Siria –a petición del presidente Bashar Asad– una ofensiva aérea contra los terroristas de Daesh y del Frente Al Nusra, ambas proscritas en Rusia y otros países.
Desde entonces, los aviones rusos eliminaron cientos de radicales y miles de objetivos terroristas.